La Provincia ya perdió dos millones de pesos por los retrasos en las obras de la ruta del perilago del dique Potrerillos. Los trabajos están parados desde agosto de 2008 y estiman que recién para igual mes de este año podrían retomarse.
La ruta del perilago fue dividida en tres secciones: ya están terminadas y en uso la I (que va desde Cacheuta hasta el coronamiento del dique) y la III (que abarca desde el hotel hasta la villa). Es la sección II la que está generando esa pérdida millonaria (ver aparte).
En su traza original, la sección II tiene 5.000 metros de longitud. Comienza en el paredón, recorre unos 600 metros hasta un túnel, que tiene 265 metros de largo, y el resto va bordeando el lago hasta empalmar con la sección III, a la altura del hotel.
A grandes rasgos, los problemas que atrasaron las obras pueden resumirse en tres. El primero es una advertencia del ORSEP (Organismo Regulador de Seguridad de Presas, un ente nacional) en cuanto a los trabajos a realizar en el primer sector de la sección II.
“El camino actualmente llega a una pared vertical, que es la ladera de la montaña donde se apoyó el dique. El ORSEP recomendó que se complete la información tanto de la técnica cómo de los métodos para efectuar las voladuras en las cercanías del coronamiento. No se puede producir ningún tipo de fisuras a la roca madre donde está apoyada la presa”, explicó a UNO Pablo Ojeda, director de Mendoza Productiva, un programa que depende del Ministerio de Hacienda y que administra fondos del BID para financiar obras de infraestructura.
A esto se agrega que el ORSEP no prohíbe la circulación por los coronamientos, aunque tampoco los recomienda. “Todo indica que para llegar a la entrada del túnel deberíamos estudiar una subida directa sin pasar por la presa”, acotó el ingeniero.
Hacer este “atajo” demandaría estudios complementarios ajenos al contrato original. Por el momento, se profundizarán los ya existentes para luego estudiar esta alternativa.
Segundo problema
El segundo problema que se presentó fue el tipo de material a extraer para hacer el túnel, presente también en el resto del camino hasta el hotel.“Se creía que era de tipo no clasificado y se lo computó de esa manera. Al momento de trabajar, se encuentra que es un tipo de roca no muy estable, que exige para su trabajo y extracción permanentes estudios geológicos y geomorfológicos que no estaban previstos en el proyecto. La empresa (una UTE integrada por Rovella Carranza, Homaq y Panedile) se encuentra con un gran volumen a volar y no tiene ítems suficientes para realizar este trabajo”, detalló Ojeda. Aún con los trabajos paralizados, ya se han acumulado 300.000 metros cúbicos, lo cual obligará también a un nuevo estudio de precios.
Este mismo material rocoso complicó los últimos 80 metros del túnel, ya que se produjo un derrumbe, “lo cual requiere un estudio extra por parte de la empresa para poder consolidar el techo”, indicó el ingeniero.
Afortunadamente, los estudios que se han realizado desde agosto del año pasado han permitido encontrar soluciones desde los 1.400 metros en adelante.
No hay dos sin tres
El último inconveniente fue el más fácil de resolver. Se trata del empalme de la ruta 82 con la 7. El proyecto preveía un intercambiador, pero la zona es muy transitada y presenta curvas y pendientes que la vuelven peligrosa. Así, se decidió conectar directamente con la sección III y que la única salida a la ruta 7 sea frente a la villa de Potrerillos.
El Gobierno culpó a la gestión de Cobos
Las demoras en las obras del perilago del dique Potrerillos le provocaron a la Provincia, hasta ahora, pérdidas por dos millones de pesos. Desde Mendoza Productiva, el organismo que administra los fondos para la ejecución de los trabajos, dicen que se deberían haber previsto otros plazos y más estudios complementarios.
Para hacer la sección II, la que más problemas ha traído, se presupuestaron 43 millones y medio de pesos, a los que se sumaron otros dos por correcciones para no interferir con el acueducto, el electroducto y la fibra óptica que ya pasaban por el lugar.
Posteriormente, la empresa a cargo de la obra tuvo una serie de dificultades “respecto de los materiales con que se encontró, que obligan a realizar una serie de estudios técnicos”, explicó a UNO Pablo Ojeda, director de Mendoza Productiva.
– ¿Por qué no se hicieron estos estudios antes de iniciar las obras?
– Esa pregunta hay que hacérsela a la gente que dijo “este proyecto ya está en condiciones de ser ejecutado”.
– ¿Quién es esa gente? ¿La gestión anterior?
– Claro. Tenía un plazo de obra de 12 meses, pero las dificultades impidieron que se cumpliera. Habría que haber previsto otro tipo de plazos, sobre todo teniendo algunas incertidumbres en las definiciones técnicas. Si bien son atribuciones de la gerencia de obra, la experiencia previa que debe tener el gerente de obra o el grupo inspector tiene que ser muy grande para tomar este tipo de decisiones sin tener estos estudios en la mano.
– Todos esos obstáculos, ¿le hicieron perder dinero a la Provincia?
– Esos atrasos repercuten en la ecuación financiera de la empresa y también en la del Gobierno.
– ¿Se puede cuantificar?
– No, porque se convino con la UTE que retiraran el equipo hasta tener claridad.
– Esas son las pérdidas de la empresa. ¿Y las del Gobierno?
– Por la inflación, cada un año tenemos un salto del 10porciento. Y ya llevamos un año de atraso.
– Es decir, $4.300.000…
– No, porque parte de esos $43 millones ya se han pagado y se ha efectuado gran parte del trabajo.
– Entonces, ¿de cuánto podría ser? ¿Unos dos millones?
– Sí, podría ser de dos millones. |
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