La temporada de tormentas en el Atlántico de este año comenzo el pasado lunes y muchos meteorólogos espera que no sea tan intensa como el año pasado, en la que hubo 16 tormentas tropicales y ocho huracanes.
Haití se vio particularmente afectada. Alrededor de 800 personas murieron y hubo cerca de 800.000 desplazados. Los daños en la infraestructura y los servicioes se estimó en casi mil millones de dólares estadounidenses. La Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comunidad Europea (ECHO) donó más de 400.000 dólares a UNICEF para suministrar agua potable, prestar servicios sanitarios y de higiene a las víctimas de las tormentas.
La intensificación de los esfuerzos
Este año, UNICEF y la ECHO están intensificacndo sus esfuerzos para responder de manera efectiva y rápida a las situaciones de emergencia.
Se han almacenado suministros preposicionados en almacenes de todo el país y UNICEF está identificando los refugios de emergencia en cada distrito. La Comisión Europea ha vuelto a abrir su oficina en Haití para poder trabajar más estrechamente con sus aliados.
En un país tan frágil como Haití, una respuesta rápida es más decisiva que nunca. Por medio de respuestas veloces, UNICEF y la ECHO fueron capaces de garantizar que los efectos de las tormentas no se vieran agravados por la apariciónen de enfermedades.
Agua potable peligrosa para la salud
"El agua peligrosa para la salud es casi tan mala como no tener agua. La deshidratación puede matar literalmente a un niño en horas, no en días", comentó el Coordinador de Agua y Saneamiento de UNICEF, Steve Abbott.
Inlcuso si no hubiera una temporada de tormentas brutal, Haití sigue todavía en el filo de la navaja. Su población se cuenta entre la más pobre del hemisferio occidental. Casi la totalidad de sus árboles se talaron para disponer de combustible. Esto hizo que los efectos de la temporada de tormentas de 2008 fuera mucho peor, pues si bien Gonaives no se encontraba en la ruta que tomaron las tormentas, la ciudad quedó enterrada en el fango que tuvo que ser retirado a mano casi totalmente.
Casas llenas de barro
"No fue tanto el hecho de observar las casas destruidas. Lo impresionante es ver cuantas casas se están destruyendo. Esas casas todavía están llenas de barro hasta el techo", informó el Director General de la ECHO, Peter Zangl, después de visitar Gonaives tras la tormenta.
El viaje de Zangl marcó el comienzo de un nuevo esfuerzo por aliviar el sufrimiento de los haitianos.
"Hemos decidido que regresaremos de manera más considerable a Haití con un proyecto que trate la desnutrición, la salud y el agua", afirmó Zangl.
Los crecientes precios de los alimentos
Los crecientes precios de los alimentos y el malestar social se han sumado a estos desafíos y convierten la presencia permanente de la ECHO en una necesidad. Se volvió a abrir su oficina a principios de este año.
Según el Representante de la ECHO en Haití, Damien Berrendorf, "cuando pones todos estos factores juntos, la situación se convierte en algo alarmante de forma crónica en materia humantaria. Esto ha justificado la reapertura de la oficina: para poder evaluar las necesidades y la situación, y para responder en consecuencia, así como para ofrecer desde la oficina humanitaria un seguimiento mayor y más cercano a los aliados de la ECHO y a la población".
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