La falta de agua potable y de presión en la red, en una amplia zona de la capital azuaya, parecen llegar a su fin. En un mes, 130 000 habitantes tendrán garantizado el líquido durante 30 años.
En la actualidad, los técnicos de la Empresa Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (Etapa) ejecutan las pruebas de la nueva planta de agua potable Yanuncay. Es el paso previo a su funcionamiento.
Además, faltan por terminar 2 kilómetros del tendido de la red (tres semanas). “Con ello, se dará servicio a la zona de expansión urbana y periférica del cantón”, dice Juan Villavicencio, director de la Unidad ejecutora de Planes Maestros de Etapa.
Entre las poblaciones beneficiadas están San Joaquín, Baños, Medio Ejido, Misicata, Narancay, Huizhil, San Miguel de Putushi, Barabón, corredor del Yanuncay, entre otros. La mayoría de estas zonas cuenta con pequeños sistemas de agua entubada, que terminaron su vida útil.
El deterioro de las plantas y el crecimiento poblacional hizo que llegue menos líquido a los usuarios y que los reclamos aumenten, señaló Humberto Mejía, presidente de la Junta Parroquial de San Joaquín.
En la parroquia Paccha aún hay niños y mujeres cargando bidones de agua desde quebradas. Según una moradora de la zona, Miriam Pugo, hay ocasiones en que el líquido llega solo dos horas al día. Por eso, al igual que ella, sus vecinos creen que con el nuevo sistema de Yanuncay se superará este problema.
En la etapa de prueba de la planta, que fue diseñada para procesar 460 litros de agua por segundo, solo tratan 100 litros y el líquido es revertido al río.
También se hacen ajustes técnicos al sistema centralizado, sobre la cantidad de químicos que se utiliza. En tanto, cuando funcione Yanuncay, las plantas de Sayausí, Paccha y Llacao, que procesaban 35 litros por segundo y que tenían más de 20 años, saldrán de servicio.
Para Matilde Pillacela, de San Joaquín, tener una nueva planta es una buena noticia. Ella recuerda que el mejoramiento del servicio fue una promesa postergada. “Es difícil vivir sin agua. Hay días que el líquido no llega a las casas. Eso es un problema”.
Según su vecina, Enma Suing, hay días que se queda totalmente desprovista de agua y debe comprar bidones para preparar los alimentos. “Y, sin embargo, pago cada mes por el servicio”.
A los beneficiarios consultados les preocupa que con la nueva obra y la inversión realizada, deban pagar planillas altas por el consumo del líquido vital.
El sistema Yanuncay consta de una planta ecológica de última tecnología, con funcionamiento computarizado y centralizado, con una vida útil para 30 años. Está ubicada a 22 kilómetros de la ciudad, en la comunidad de Sústag y se abastece del río Yanuncay.
En un área de 2,7 hectáreas se levantó la infraestructura. Esta comprende una casa de cloro cerrada, que controla la cantidad del químico. Hay otra que almacena los lodos que llegan en el agua cruda y que luego serán llevados a un botadero de basura.
En la bodega de químicos están las bombas dosificadoras de sulfato de aluminio, cal, cáustica... Y en las casas de máquinas se concentran la energía eléctrica y el tanque de reserva, para almacenar unos 5 000 metros cúbicos.
El proyecto también comprende la instalación de la tubería de conducción, desde el sector de Sústag hasta los centros de reservas de Huizhil, Narancay Alto, San Joaquín Alto y San Miguel de Putushi. En total son 24 kilómetros). Adicionalmente, hay otros 46 kilómetros de las redes de distribución y domiciliarias.
“Al ser una planta de alta tecnología, trabajará durante todo el día con siete personas por turno”, señaló Villavicencio. Serán técnicos y operadores. La nueva planta de Yanuncay empezó a construirse a mediados de 2005. La infraestructura y la parte tecnológica terminaron en diciembre pasado.
Otros sistemas
El proyecto Yanuncay fue diseñado de acuerdo con el crecimiento poblacional que tenga la capital azuaya. Es decir, se podrá ampliar el sistema para servir hasta 400 000 habitantes, hasta los próximos 30 años. Otros sistemas de agua de la capital azuaya son las plantas de Tixán y Cebollar. Estas procesan 900 litros por segundo cada una. Otro proyecto es el de Culebrillas,
que abastece 50 litros por segundo. En la zona rural hay 200 microsistemas de agua.
En la actualidad, la inversión en el proyecto Yanuncay alcanza los USD 18 millones. Por los retrasos y por los compromisos incumplidos por parte de uno de los consorcios adjudicatarios, el costo de la obra subió USD 3,5 millones más de lo previsto. |
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