La planta de tratamiento cloacal y bombeo del citado mercado es la que vierte aguas negras sin el tratamiento adecuado a un cauce que desemboca en el arroyo Lambaré. En los días de lluvia, el conducto que recorre todo el barrio San Pablo colapsa y esparce la inmundicia en las calles. “Esta planta siquiera cuenta con licencia ambiental, según lo que nos comentaron en la Junta Municipal. Algunos concejales ya inspeccionaron el sitio y confirmaron nuestras denuncias”, manifestó Orlando Benegas, representante de los residentes afectados.
Agregó que pedirán a la Secretaría del Ambiente (Seam) que intervenga el lugar y multe a los responsables de la contaminación. “De igual manera ya solicitamos hoy (por ayer) al fiscal general del Estado, Rubén Candia Amarilla, que investigue la denuncia de los vecinos, atendiendo que estamos frente a un problema no solo ambiental, sino de salud pública”, indicó Benegas.
ESSAP TAMBIÉN CULPABLE
Orlando Benegas, en representación de los vecinos del barrio San Pablo, exhibe la denuncia presentada en la Fiscalía.
Los vecinos también responsabilizan a la Essap del problema cloacal que afrontan hace ya varios años. Indicaron que la institución es la encargada de proveer el servicio de desagüe, pero no lo hace. “En muchas ocasiones pedimos ayuda a la aguatera, pero nunca recibimos un respuesta efectiva. Pedimos a las autoridades de la estatal que no escatimen esfuerzos para resolver este grave inconveniente”, indicó el representante vecinal.
Actualmente, la Comuna y la Essap están llevando adelante una obra conjunta para dotar a un sector del citado barrio de desagüe pluvial y cloacal. La principal zona afectada por las aguas negras vertidas por el Mercado de Abasto no será beneficiada por la construcción. “Lamentamos que en este emprendimiento no fueran incluidos los que vivimos en la parte trasera del Abasto”, indicó Benegas.
La Comuna lambareña anunció la semana pasada que también denunciaría a la capital por estar contaminando el arroyo Lambaré.
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