La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtió sobre la vulnerabilidad del país a los efectos negativos del cambio climático global, los cuales pueden elevar hasta dos grados Celsius la temperatura promedio aquí para 2050.
Un comunicado emitido por el Centro de Ciencias Atmosféricas de la referida casa de estudios superiores, expresa que de forma gradual se intensificarán las sequías, especialmente en los estados del norte de la nación, donde ya existen serios problemas por la escasez de agua para la agricultura.
Esa carencia también afectará a las ciudades con altas concentraciones poblacionales y a las industrias que utilizan grandes volúmenes de agua, informa el texto de la UNAM.
Analistas estiman que de presentarse un recrudecimiento del cambio climático, el 48,21 por ciento del territorio nacional resultaría vulnerable a los procesos de desertificación y sequía meteorológica, efecto que se acentuaría en el norte y en las regiones densamente pobladas.
En la actualidad el país se encuentra en alerta sanitaria por las altas temperaturas registradas en algunas regiones, que superan los 40 grados Celsius.
Consideran, sin embargo, que los escenarios para el país pueden moderarse si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
México ocupa el lugar número 15 en la lista de países más contaminantes, y contribuye con la emisión de 2,2 por ciento de gases de efecto contaminante.
Estos son, principalmente, dióxido de carbono, generado por la quema de combustibles fósiles como el petróleo; la producción de cementos y el cambio del uso del suelo tropical; el metano que genera la ganadería, así como la combustión de biomasa y óxido nitroso.
Según especialistas, las sociedades de consumo tienen mayor responsabilidad en el asunto. El 80 por ciento de la contaminación es generada por los vehículos, y cada año crece en 10 por ciento el parque vehicular de la Ciudad de México, con 200 mil autos incorporados a la circulación.
La capital tiene uno de los niveles más altos de emisiones atmosféricas toxicas en el mundo, principalmente debido a los gases de escape de los autos privados.