Durante la temporada de incendios se afectaron en Michoacán un total de 12 mil 200 hectáreas, de las cuales, 2 mil 78 representan superficies forestales, mientras que las restantes son pastizales y matorrales, cuyo cambio de uso de suelo se deriva de las prácticas agrícolas, informó el titular de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), Alejandro Méndez López.
Durante invierno pasado, se registraron condiciones meteorológicas más secas de lo normal; posteriormente, temperaturas elevadas por arriba de la media histórica de los años recientes, principalmente durante abril y mayo. Estas condiciones favorecieron la proliferación de incendios forestales, por lo que durante este año se presentaron un total de mil 71 incendios, que representó un incremento de 6.77 por ciento mayor al promedio anual de 2004-2008, que es de mil 3 incendios por año.
El funcionario explicó que 2 mil 78 hectáreas de zonas boscosas sufrieron daños en diversos grados, esta cifra representa una reducción de 14 por ciento de la masa forestal afectada en 2008, cuando se presentó una afectación de 2 mil 300 hectáreas.
El índice de incendios en este año en la entidad fue de 11.5 hectáreas por conflagración, que se ubica muy por debajo de la media nacional, donde por cada incendio resultan afectadas 27 hectáreas de matorrales y pastizales.
Desertificación y sequía
El día de hoy se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, por lo que el funcionario estatal, comentó la peligrosidad de tal situación, principalmente en los municipios que conforman la región de Tierra Caliente donde durante los últimos 10 años se ha perdido entre 600 y 700 mil hectáreas debido a la desertificación de la zona.
Esta desertificación es un efecto directo del constante cambio de uso de suelo de superficie arbolada para uso de pastoreo: “tenemos problema sobre todo en la parte de Tierra Caliente. Si nosotros retiramos la cubierta vegetal, la tendencia es hacia la desertificación, esto es muy grave y si esto lo vemos en un contexto de cambio climático es todavía más grave, es una zona con equilibrio frágil y desafortunadamente en las últimas décadas se ha estado fomentando una ganadería insostenible”.
Ante este panorama, se impulsará un programa en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedru), a fin de impulsar prácticas ganaderas sustentables y lograr con ello la conservación de las superficies arboladas, y con matorrales y arbustos.
Mediante este programa que se impulsará en breve, se pretende cubrir alrededor de 2 mil 500 hectáreas de silvopastoreo, donde la Cofom invertirá alrededor de 4 millones de pesos.
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