Al fin, la ciudad de Bell Ville ya no arroja los desechos de sus cloacas directamente al río Ctalamochita. Ahora, tienen por destino la flamante planta de tratamiento de líquidos cloacales, que quedó habilitada la semana pasada, desde la cual, tras un proceso de decantación natural, las aguas llegan al cauce del río, pero tratadas y sin mayor contaminación.
Desde el municipio local presentan la obra de las lagunas sanitarias como "el paso más importante que ha dado Bell Ville en su historia, en materia de saneamiento ambiental".
Mañana, en tanto, la Municipalidad firmará el convenio para traspasar el mantenimiento y operación de las piletas de tratamiento a la Cooperativa de Trabajo Sudeste, que tiene a su cargo la concesión de los servicios de agua potable y redes cloacales en esta ciudad.
El río Ctalamochita será el principal beneficiario de la mejora. En el municipio admiten que hasta ahora los desechos de las cloacas se arrojaban crudos al cauce. De las tres principales ciudades asentadas sobre este río, Bell Ville se suma a Río Tercero que desde hace décadas tiene piletas de tratamiento. Mientras, Villa María tiene pendiente aún esa mejora, al igual que varios pueblos menores.

Para 100 años. Hasta ahora, se habilitó la primera de las cuatro lagunas previstas, en un predio ubicado a cinco kilómetros de la ciudad. Cada laguna tiene 265 por 70 metros de ancho, por tres metros de profundidad.
"Con la primera habilitada ya alcanza para tratar los líquidos de toda la ciudad actual. De todos modos, la segunda está en un 70 por ciento de avance de obra. Y las cuatro le harán falta a Bell Ville dentro de 100 años", señaló a este diario Miguel Cagnolo, secretario de Finanzas y Obras del municipio.
Bell Ville tiene 34 mil habitantes. El 85 por ciento de sus propiedades está conectada a la red cloacal.

Costos. La obra tuvo un costo de 2.200.000 pesos, que –según Cagnolo– fue afrontada con recursos municipales y sin recurrir a préstamos. Lo más costoso fue la cañería que lleva los desechos desde la ciudad al predio ubicado a cinco kilómetros.
Según contó el funcionario, alguna vez se tramitó un crédito internacional para esta obra, que alguna consultora calculó entonces que demandaría unos dos millones de dólares. "Y ahora, con 600 mil dólares tenemos 80 por ciento de la inversión realizada", comparó.
El predio había sido adquirido por el municipio hace más de 25 años. Durante la anterior gestión municipal, en 2003, se promulgó la ordenanza que puso en marcha el plan de saneamiento en materia cloacal.
Los piletones de tratamiento, similares a los que tienen otras ciudades, realizan un proceso natural de decantación paulatina hasta obtener agua que es desviada al río ya sin contaminación. Cagnolo señaló que se prevé que una parte de esa agua tratada sea utilizada para riego en un predio forestal a crear.
La ordenanza 1.331 de 2003, que regula el plan director de saneamiento ambiental, establece que el servicio cloacal será prestado por la cooperativa local. Por eso mañana quedará firmado el convenio para sumar a la concesión el mantenimiento de esta planta.
La actual intendenta, María del Carmen Ceballos de Carbonetti, destacó que tras la solución al tema cloacal –al que calificó como "uno de los problemas históricos que padecía la ciudad"– el municipio hará foco ahora "en un proyecto para encauzar el tema del destino de los residuos, el otro gran tema en materia ambiental para los bellvillenses".