El sobrepastoreo y el desmonte fueron calificados como los principales factores que desencadenan la erosión y empobrecimiento del suelo en Río Negro. Lo señaló el subsecretario de Recursos Naturales de la provincia, Humberto Iglesias, en el marco de la conmemoración, ayer, del Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía.
El funcionario sostuvo que el sobrepastoreo provoca el debilitamiento de las plantas que componen los pastizales aumentando la proporción de suelo desnudo, creando las condiciones propicias para la erosión eólica o hídrica. A su vez, el desmonte agrícola provoca el mismo efecto de disminución de la cobertura, sólo que de una manera inmediata.
Por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se estableció al 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía para sensibilizar sobre la necesidad de cooperación internacional en la lucha contra los efectos de ambas problemáticas que afectan a gran parte del mundo.
La desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores como las variaciones climáticas y las actividades humanas.
Iglesias detalló que para combatir este flagelo en Río Negro desde el Ministerio de Producción se trabaja en el programa de Manejo Sustentable de Tierras Áridas y Semiáridas para el Control de la Desertificación en la Patagonia, junto a otras provincias de la región y la Secretaria de Ambiente de la Nación. También por medio de la resolución 460/07 la cartera productiva creó el Servicio Forestal de Zonas Áridas que controla los desmontes de campos para agricultura y para apertura del monte con aprovechamiento leñero.
"La desertificación es un síntoma de ruptura del equilibrio entre el sistema de recursos naturales y el sistema socio-económico que los explota. No es un problema aislado sino que está íntimamente relacionado con los cambios climáticos, la conservación de la biodiversidad y la necesidad del manejo sustentable de los recursos naturales" sostuvo.
El funcionario aclaró que se deben diferenciar los orígenes y consecuencias de la desertificación y la sequía ya que la primera es de carácter local o regional con fuerte participación del hombre y, por lo tanto, la provincia tiene las herramientas para contrarrestarla. "Por otro lado, la sequía es de origen macro climático y cíclico, propio de la geografía territorial, en la que el hombre poco puede hacer para evitar su ocurrencia, aunque sí puede atenuar sus consecuencias" sentenció.