Un experto en Ingeniería Ambiental alertó que la futura planta de desechos de Overa Pozo podría contaminar aguas subterráneas que abastecen a la vecina provincia. Un acuífero podría verse alterado por el vaciadero ubicado cerca del límite con Santiago del Estero. Recomiendan estudios geológicos y de permeabilidad antes de iniciar el proyecto.
El especialista en Ingeniería Ambiental Jorge Ragno salió a poner un manto de incertidumbre en cuanto a las implicancias ambientales que tendrá la futura planta de residuos de Overa Pozo.
En declaraciones al matutino Nuevo Diario, el experto aseguró que el emprendimiento, ubicado en el límite entre la provincia y Santiago del Estero, se ubicaría “directamente sobre el flujo natural de agua que hace su aporte al acuífero de Isca Yacu”.
Según Ragno el vaciadero contaminaría las aguas subterráneas, incluso las termales de Río Hondo. Explicó que estas tienen su origen en la zona de los Nevados del Aconquija (en el limite montañoso entre Tucumán y Catamarca) y recorren la provincia de norte a sur, hacia Santiago del Estero.
“En cambio los acuíferos cercanos a Pozo Hondo en la zona de Isca Yacú tienen sus orígenes en la denominada zona de recarga en los cerros de Medina en el sureste de Tucumán y finalmente los acuíferos cercanos a Nueva Esperanza, en los cerros de La Candelaria situados en el sur de Salta”, explicó en declaraciones al Nuevo Diario.
De esta forma, el experto alertó sobre las consecuencias que traería aparejada la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos en caso de ubicarse directamente sobre el flujo natural de aguas que abastece al acuífero de Isca Yacú en Santiago del Estero. “Se debería precisar con estudios geológicos y de permeabilidad previos a la obra”, recomendó
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