Una de las obras estratégicas dentro de la política provincial de manejo de los recursos hídricos es la construcción del sistema de embalse regulador de la laguna La Salada que permitirá la definitiva reactivación de los riachos El Porteño y Riacho He Hé para beneficiar a miles de habitantes del norte del territorio que dispondrán todo el año de agua para el consumo humano y la productividad.
Sobre este tema, el Ministro de la Comunidad, Alberto Zorrilla fue enfático al defender la concreción de la misma asegurando que “siete u ocho personas se muestran contrarios a la obra, pese a que desde el gobierno se les aseguró que serán compensados con tierras en mejores condiciones que las actuales, ante algún tipo de daño que sufran sus campos por estos trabajos”.
“Se viene cimentando fuertemente el modelo formoseño con tantas realizaciones en diferentes áreas, como lo educativo, productivo, en salud, agua potable, entre muchas otras que hacen al bienestar y al desarrollo de la comunidad en su integralidad. Y dentro de este esquema, el manejo de los recursos hídricos es muy importante, como la obra hidrovial de la ruta 28 y ahora la necesidad de ejecutar la obra en la laguna La Salada”, aludiendo a que justamente el riacho El Porteño nace en La Salada, y de El Porteño surge el Riacho He Hé.
“Es complementaria a la obra de la ruta 28, porque La Salada vendría a ser una suerte de Laguna Yema del norte, dado que retendrá y encausar el agua, y la distribuirá según la necesidad del año por el cauce de El Porteño y también del He Hé. Por supuesto, complementado con las obras de regulación de las aguas de superficie que ya se están haciendo La Salada es estratégica para la provincia”, explicó.
Compensación
Advirtió Zorrilla que “no puede ser que todo tenga que pararse por siete u ocho personas que no están entendiendo bien el proyecto, y a las cuales nadie los va a dejar en la calle ni nada por el estilo. Por el contrario, si algunas de sus tierras sufren algún tipo de daño, se les entregará otro campo y hasta de mejores características a modo de compensación, además de la disponibilidad de agua permanente que tendrán, algo que actualmente no poseen”.
Sostuvo que “la poca agua que queda en La Salada tras el escurrimiento del grueso del volumen es justamente como lo dice su nombre, salada. Por eso, cuando se haga la obra se dispondrá de agua apta en cantidad y durante todo el año”.
Afirmó finalmente el ministro que “no puede ser que por la tozudez de unos pocos no sea posible hacer una obra que significa tanto para más de 40 mil personas, en su gran mayoría pequeños productores que se encuentran a la vera de los riachos El Porteño y el He Hé”. |
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