Las últimas lluvias en el Norte del país apenas sirvieron para ayudar en algo a las pasturas mientras las aguadas permanecen casi secas y los ganados evidencian un significativo deterioro corporal.
Entre cinco y 15 milímetros, de acuerdo a la zona, fueron los registros de las últimas lluvias en la Regional Litoral Norte del Instituto Plan Agropecuario (IPA), que comprende los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú.
Para el director de esa regional del IPA, Danilo Bartaburu, estas precipitaciones sirvieron para lo que son pasturas sembradas, mientras que para que el escurrimiento alcance a llenar las aguadas, los registros deberían superar los 100 milímetros. De todas formas, Bartaburu advierte que "a esta altura del año no se le puede pedir maravillas al campo natural".
El técnico que en este momento la situación se ha generalizado en cuanto a la condición de las pasturas y en todos los departamentos de la regional los campos se ven verdes, pero con una disponibilidad forrajera muy baja. Lo más preocupante es que se comenzó a evidenciar es una notoria degradación de la condición corporal de los ganados. "Hasta ahora los ganados se venían sosteniendo y ahora la pérdida de condición corporal es más notoria", aseguró.

Arroz. Para el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Tabaré Aguerre, si de aquí a los primeros días de noviembre -fecha límite para decidir el área de siembra- no llueve por encima del promedio histórico, será imposible mantener la actual área de siembra.
El titular de la ACA dijo que en el norte las represas se encuentran actualmente en el 14% de sus posibilidades por lo que no alcanzaría una lluvia promedio para llevar las reservas de agua a las necesidades de los arroceros.
Mientras tanto, el Grupo de Trabajo de Tendencias Climáticas de la Dirección Nacional de Meteorología y la Universidad de la República, pronosticaron temperaturas más altas que las registradas durante el año pasado.