Además, la comunidad y políticos locales denuncian anomalías en la compra del lote para la obra y en el documento que la respalda. El tema se ha convertido en centro de una fuerte polémica.
'El Regalo'. Ese es el nombre del predio de 57 hectáreas que la Alcaldía de Guasca compró hace tres años (por 100 millones de pesos) en la vereda Santa Bárbara de ese municipio, para construir un relleno sanitario y solucionar el problema de basuras de esa y de cinco poblaciones más, todas en la región del Guavio (Cundinamarca).
Pero más que una solución, el terreno -ubicado a tres kilómetros del casco urbano- se convirtió en centro de un debate. Representantes de un comité cívico dicen que el proyecto, cuyo costo se estima en 5 mil millones de pesos, registra irregularidades, pone en peligro la calidad del agua (inquietud que comparte el Acueducto de Bogotá) y nunca les fue consultado.
Según el concejal Daniel Rodríguez, miembro del Comité, 'El Regalo' fue escogido por un alcalde encargado, sin facultades para hacer esa gestión y sin contar con estudios previos de impacto ambiental: "Expidió dos decretos en el 2006 aprobando la compra y un convenio con los cinco municipios para que depositen allí sus basuras, y eso no es legal", asegura Rodríguez.
Y agrega que el documento que contiene el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Pgir), adoptado por Guasca, es una copia del Pgir del municipio de Subia, no refleja la realidad del municipio y fue realizado por personal no idóneo. La prueba de la sospechosa coincidencia con el documento del pueblo vecino es que en una de sus páginas se habla de los desbordamientos del río Subia en el casco urbano y Guasca no tiene un río que lo atraviese.
En peligro calidad del agua
Pero los mayores temores que la comunidad alberga parten del tema ambiental. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) sostiene que el relleno pondría en peligro la calidad del agua de dos millones y medio de bogotanos.
Según Alberto Groot, director de Abastecimiento de la EAAB, los líquidos que producen las basuras, conocidos técnicamente como lixiviados, caerían al río Aves, afluente del embalse de Tominé, que surte al 30 por ciento de la población capitalina.
'El Regalo' está a 200 metros del río e incluso a poca distancia del Siecha, otro afluente del embalse. "Definitivamente, no es el terreno más apto, queda por encima del embalse y puede llegar a contaminarlo", dice Groot.
Aunque ya se han realizado un cabildo abierto y una reunión del Comité Cívico con organismos de la región, incluidos Corpoguavio (la corporación ambiental de la zona) y la Alcaldía, no hay consenso aún sobre el futuro relleno, al que consideran además lesivo con la vocación turística de Guasca. La comunidad cree que luego de construido, podría convertirse en un receptor de basuras de Bogotá y otros municipios, pues la región produce cuatro toneladas, una cantidad muy baja.
El alcalde de Guasca, Jorge Eduardo Rodríguez, dice que apoya el 'no al relleno' y tratará de reversar el convenio con los municipios. Pero condiciona esas decisiones a que se planteen alternativas viables.
Raimundo Tamayo, de Corpoguavio, también dice que aún no hay nada definido. Pero tal vez la decisión no esté en sus manos sino en las del Ministerio del Medio Ambiente que ya intervino. También iniciaron indagaciones la Procuraduría y la Contraloría, que el viernes manifestaron su preocupación por el impacto de la obra.
'Aún no hay decisión'
Raimundo Tamayo Medina, subdirector de Gestión Ambiental de Corpoguavio, dice que no existe terquedad para construir el relleno sanitario en Guasca. "Estamos realizando una serie de estudios que nos permita tomar decisiones, pero todavía no hay nada decidido", aseguró.
Dijo que la viabilidad económica del proyecto hace parte de los estudios que están en marcha. "Se analizan alternativas, tipos de suelos, clases de basuras, las medidas que se necesitarían para no generar riesgos de contaminación hídrica y eso permitirá definir si es posible hacer allí un relleno o no", sostuvo.
Sin embargo, explicó que por ahora la alternativa sí es la construcción de un relleno sanitario regional, pero que la obra dependerá de estudios técnicos, económicos y ambientales, y del otorgamiento de una licencia ambiental, que no se ha solicitado todavía y de la que ni siquiera se ha hecho el trámite.
En cuanto a las críticas al Pgir de Guasca, aseguró que hasta ahora no se ha demostrado que el documento sea una copia de un documento de otro municipio, pero reconoció que tiene falencias.
'Vamos a replantear el convenio': alcalde
Jorge Eduardo Ramírez, alcalde de Guasca, le dijo a EL TIEMPO que respalda el rechazo a la obra que está expresando la comunidad y que incluso espera poder replantear el convenio firmado con los municipios de Gachetá, Gachalá, Junín, Gama y Ubalá. "El convenio está en etapa de consultoría ambiental y, en la siguiente, la de diseño y construcción, Guasca dirá que no quiere dar ese terreno y que hay que replantear el acuerdo", manifestó Rodríguez.
Pero condicionó la decisión a que se estudien alternativas viables en los aspectos ambiental, técnico y económico. "Miraremos opciones para una solución a los residuos, sea local o que cada municipio realice proyectos individuales. No me interesa deshacer el convenio porque sí; lo quiero hacer pero planteándoles opciones a las comunidades", agregó.
Finalmente, reconoció que se estudia la forma en que se eligió el lote 'El Regalo' y defendió el Pgir de Guasca porque, según él, se ajusta a la población.
"El contenido tiene lógica y es ajustado al municipio. Lo están tratando de demeritar por un error de redacción, pero en un 90 por ciento tiene relación con la realidad local", dijo. |
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