“El sistema de agua está en una situación limite. Te diría que hay más demanda que oferta y encima es un problema agravado por la sequía”. La triste descripción de la gran ciudad del Sur bonaerense la hace Aloma Sartor, presidenta del bloque de la UCR local e integrante de la Mesa del Agua.
“Si no llueve, la situación empeora”. Sus palabras no hacen otra cosa que, en todo caso, poner énfasis en un problema antaño. “Esto se viene advirtiendo de hace varios meses”, explicó Sartof.
“Se pide que se declare la emergencia hídrica. Ahora estamos en alerta amarilla. Para noviembre se espera una alerta roja. Varios puntos de la ciudad se quedan sin agua. Hubo restricciones y baja presión aunque desde ABSA lo niegan”, contó al edil.
Los anuncios y promesas, en un año electoral, fueron muchos para un problema que desconoce de soluciones a corto plazo. La intención, claro está, es tener más caudal de agua.
“ABSA hizo pozos y perforaciones a 6km del embalse. Hasta ahora hicieron uno, y en octubre van a construir otro. Sin embargo, no se vé capacidad en recursos ahora. No hay una solución inmediata”, dijo al edil.
“Mientras anuncian muchas cosas, el agua se nos sigue yendo. No se ve gente trabajando en los caños rotos, que desperdician cerca de un 40 % del agua. ABSA no los arregló. En cambio, dijeron, que compraron, entre otros anuncios, seis camiones cisternas para abastecer el servicio”, cerró. |
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