Dos obras que beneficiarán a miles de vecinos dejó habilitadas en la jornada de ayer el gobernador Gerardo Zamora.
Se trata de dos plantas potabilizadoras de agua en Cañada Escobar y El Polear, ambas localidades del departamento Banda.
La primera pone fin a la grave problemática del hidroarsenicismo que amenazaba la salud de miles de vecinos de la región, quienes a partir de ahora cuentan con red de distribución domiciliaria de agua potable de casi 20 metros lineales, hecho al que los pobladores calificaron como “una bendición”.
Mientras que la segunda beneficiará a una población de más de 400 personas, ya que el servicio cuenta con 113 conexiones domiciliarias que fueron realizadas por personal de la Administración de Recursos Hídricos.
El primer mandatario estuvo acompañado por el secretario del Agua, Abel Tévez; la ministra de Educación, María Fernanda Gómez Macedo y la titular de Recursos Hídricos, Norma Fuentes, entre otros funcionarios provinciales y municipales de la región.
La obra de Cañada Escobar cuenta con un equipo dosificador de cloro, conectado a la cañería de impulsión al tanque elevador, desde donde se distribuirá el agua a los domicilios a través de una red de más de 18.000 metros, con sus correspondientes accesorios, empalmes, derivación y cierre de válvulas con esclusa de bronce. Hasta el momento, ya fueron instaladas 127 conexiones domiciliarias y grifos públicos.
“Vivir con hidroarsenicismo es indigno”
“El hombre debe vivir en dignidad y el agua con arsénico es una indignidad y máxime si esto se prolonga por décadas”, remarcó Zamora. En El Polear, Graciela Infante, vecina del lugar, dijo que “es una obra soñada por décadas y que hoy la vemos concretada. Mucho tiempo luchamos con el arsénico en el agua, ya que debíamos recorrer kilómetros para conseguirla”. Luz Nediani de Montes, directora de la escuela del lugar, expresó que “viene a satisfacer una necesidad elemental para la gente y sobre todo para la comunidad educativa. Era muy injusto que con la cercanía con la ciudad que tiene este pueblo haya estado muy olvidado”.
Neida Rivero, de La Cañada, calificó a la obra como “una bendición” y recordó los graves problemas de los pozos por la contaminación con arsénico. “Para ustedes es normal abrir una canilla y que salga agua potable, pero tengo fresco en la memoria porque hasta hace unos días los changuitos andaban acarreando agua en tachos desde el canal para cocinar y lavar, sin importar si hace calor, frío o llueve y ahora tenemos el agua adentro de nuestra casa”, dijo.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
|
|