Los integrantes de la Comisión Organizadora de la Fiesta Provincial de la Conservación del Suelo, que cada año se realiza en Aldea Santa María, ante las inquietudes de los productores de la zona, decidieron organizar en forma conjunta con el INTA y el Instituto de Tecnología Universitaria de la Uader, una presentación de tres charlas relacionadas con el tratamiento de los efluentes. La misma tendrá lugar el martes 7 de julio en el salón parroquial de la Aldea Santa María, a partir de las 10.
Bien es sabido que en la costa del Paraná, y más específicamente en el departamento Paraná, hay una importante cantidad de empresas rurales que se dedican a actividades pecuarias: gran concentración de granjas de ponedoras, cada vez más establecimientos con pollos parrilleros, granjas con producción de cerdos y los tradicionales tambos de la zona.
Todas estas actividades pecuarias, además del producto carne-huevo-leche, dejan los estiércoles como uno de los subproductos de la actividad, que deben tratarse de una manera determinada para que no se conviertan en causa de problemas ambientales.
El Ing. Agr. Ricardo De Carli, responsable de la Agencia de Extensión Rural Crespo del INTA, en este sentido, explicó que “de continuar con el aumento de establecimientos agropecuarios donde se transforma el grano en un producto animal, lo cual es en sí mismo muy positivo para la economía de la región, podemos llegar a tener en el futuro problemas de contaminación y un mayor riesgo sanitario”.
Por eso, agregó, “consideramos que hay que manejar este recurso con tratamientos adecuados para transformarlo en un subproducto estratégico para los sistemas de producción de granos y forrajes”.
Hasta el momento, los productores lo están utilizando según la modalidad de aplicarlo en forma fresca a medida que se realizan las tareas de limpieza y mantenimiento de las granjas. La biodigestión, sin embargo, es uno de los procesos que permite dar a los estiércoles un tratamiento diferente.

BIODIGESTORES.
De Carli, en relación con la charla organizada en la Aldea Santa María, señala que “en principio son tres presentaciones a partir de las 10 de la mañana del martes 7 de julio, fecha que se recuerda como el Día Nacional de la Conservación del Suelo. En primer lugar, la presentación de los técnicos de la empresa que provee el equipamiento, lo cual resulta toda una novedad ya que si bien el proceso de la biodigestión es conocido desde la antigüedad, el equipamiento que se mostrará es de un diseño moderno.
“Se trata de biodigestores de flujo continuo lo que significa que se instalan y no requieren un trabajo adicional ya que funcionan solos, con mínima atención. Producen, como todo proceso de biodigestión, un fertilizante biológico —biofertilizante— con características mucho más adecuadas para el uso directo, produciendo además un recurso valiosísimo desde el punto de vista energético como es el gas, que se puede utilizar como el natural o el envasado, en las mismas granjas, con un considerable ahorro económico”, señaló De Carli.
Seguidamente el Méd. Vet. Guillermo Stamatti, de la Oficina Técnica del INTA Cerrito, ofrecerá una charla sobre la importancia del saneamiento de los distintos estiércoles como efecto de la biodigestión.
Finalmente, De Carli hará una presentación sobre los aportes que brindan tanto el biofertilizante como los distintos estiércoles que hay en la zona para poder ajustar más el uso en cuanto a la nutrición de los cultivos y a la recuperación de suelos.

Una tecnología accesible
El Ing. Agr. Ricardo De Carli señaló que la tecnología de los biodigestores es “accesible” para el productor de la zona. “Considero que por los valores que maneja la empresa proveedora del equipamiento es factible poder incorporar esta tecnología en el corto plazo, considerando los beneficios esperables de la biodigestión”, remarcó.
“Esta tecnología no se ha utilizado hasta el momento por la carencia de equipamiento adecuado, entre otras razones, pero ahora tenemos una propuesta como la presentada por la empresa”, agregó.
A modo de ejemplo, De Carli recordó que en un viaje de técnicos del INTA a Brasil observaron que las granjas de cerdos del vecino país recién contaban con la habilitación correspondiente para funcionar una vez instalados los biodigestores para el tratamiento de los estiércoles de los animales.