El río Paraná sigue bajando y el panorama suma preocupación. Registraba ayer una altura de 1,82 metro frente al puerto de Rosario, es decir seis centímetros menos que la jornada anterior y casi un metro y medio menos que su nivel habitual para esta época del año.
La sección Hidrometría de Vías Navegables (HVN) especificó que, salvo un pequeño pico de crecida en los puertos del norte del litoral, el río baja en todo su curso inferior.
En Puerto Iguazú, Misiones, la altura llegó a 11,60 metros, 20 centímetros más que ayer, tendencia que también se mantiene en los puertos de Corrientes, con 2,53 metros, y Barranqueras, Chaco, con 2,67 metros.
Desde Paraná (1,84 metro) hasta su desembocadura, el río presentó ayer una onda decreciente, con los siguientes registros: Santa Fe, 2,17 metros, estacionado; y en bajante en San Nicolás, 1,36 metro; Ramallo, 1,20 metro, y San Pedro, 1,04 metro.
La bajante que, con diferentes matices, afecta al río Paraná desde principios de año sigue profundizándose y pone en peligro la actividad comercial en los puertos y territorios que el curso de agua toca en todo su recorrido.
El escenario obliga a las empresas que operan en el área a modificar sus planes de logística y exportación. En la zona de Rosario, por ejemplo, los barcos que trasladan granos cargan mucho menos de lo habitual.
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