Una lengua de hormigón que se extiende casi hasta el río Neuquén fue denunciada por una vecina en la zona este del Parque Industrial.
El material es arrojado desde una suerte de mirador y llega casi hasta una laguna putrefacta mientras que en los alrededores hay varias descargas de cemento en distintos puntos pero sobre todo en una suerte de playón -siempre sobre las bardas- donde la gente suele arrojar basura.
Las sospechas recaen sobre las hormigoneras que trabajan en el Parque Industrial pero sobre todo en una que está enfrente a la "colada" más grande.
A partir de la denuncia de una vecina, este diario fue ayer hasta la zona en cuestión e incluso hasta las puertas de la hormigonera donde sólo había perros con mucho ánimo de custodiar.
El sector más afectado está junto a los laboratorios del Ente Provincial de Agua y Saneamiento que, paradójicamente, a pocos metros tienen la laguna verde maloliente cuyos líquidos han llegado incluso a secar los sauces que la bordean.
La vecina que hizo la denuncia comentó que el vertido corresponde a los sobrantes de hormigón y que los choferes u operarios que usan la barda como paso previo al lavado de los vehículos.
Las denuncias por contaminación con responsabilidad de firmas que operan desde el Parque Industrial de Neuquén son demasiado frecuentes. Entre las cosas más preocupantes está la cercanía del río Neuquén, que recibe descarga de todos tipo de residuos cada vez que llueve y el agua produce el arrastre de materiales. Lo llamativo es que las descargas se estarían haciendo prácticamente a la vista de los empleados del laboratorio del EPAS entre cuyas funciones está la de velar por la calidad del agua.