Los caracoles, esos moluscos inofensivos diseminados por las costas argentinas, sufren en carne propia efectos de la contaminación marina: compuestos de ciertas pinturas náuticas les altera la sexualidad. Las hembras de algunas especies toman caracteres masculinos.
Ese fenómeno, conocido como impostación sexual o imposex , ocurre en distintos puntos del país, según un estudio efectuado a lo largo de los 4700 kilómetros costeros, desde Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, hasta Lapataia, cerca de Ushuaia, en Tierra del Fuego.
"Tras el relevamiento realizado en todo el litoral atlántico, advertimos que el problema de impostación sexual estaba sumamente difundido, sobre todo en sitios con gran tráfico marítimo", precisa el doctor Pablo Penchaszadeh, investigador superior del Conicet en el Museo Argentino de Ciencias Naturales y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Penchaszadeh llevó adelante ese seguimiento en 2008 junto con grupos de colegas de la Universidad Nacional de Mar del Plata (doctor Maximiliano Cledón, del Conicet), del Centro Nacional Patagónico de Puerto Madryn-Conicet (grupo a cargo del doctor Gregorio Bigatti), y del Centro Austral de Investigaciones Científicas de Ushuaia-Conicet (grupo dirigido por la doctora Elba Morriconi). Además, participaron los estudiantes de doctorado Andrés Averbuj, Mónica Premost, Valeria Teso y Soledad Zavala.
Juntos analizaron 1805 ejemplares de una docena de especies de gasterópodos marinos y observaron, en algunos casos, cambios llamativos de aspecto. "Las hembras de algunas especies toman caracteres masculinos, es decir, desarrollan un pene que les obtura la vagina. No es una reversión, sino una impostación sexual que impide la reproducción", relata Penchaszadeh.
¿Qué es lo que causa esta alteración? "Compuestos contaminantes presentes en el agua, como el tributil-estaño (TBT), que es utilizado como biocida en pinturas antiincrustrantes con las que se protegen los barcos y los muelles. Este compuesto tiene una vida media de nueve meses en el agua y de cinco años, si queda atrapado en los sedimentos", agrega el especialista, honrado en 2007 con el premio Caballero de las Palmas Académicas de la República Francesa.
El estudio determinó qué especies de caracoles son más sensibles a la contaminación con TBT y cuáles no. "Esto es importante para poder hacer diagnósticos de salud ambiental e identificar especies sensibles a determinados compuestos químicos. Así, si se encuentra una población afectada, inmediatamente se sospecha que se está en presencia del contaminante", subraya Penchaszadeh sobre el trabajo que fue aprobado recientemente para su publicación en la prestigiosa revista Bulletin of Marine Pollution .
Comenzó en Mar del Plata
El descubrimiento en la Argentina de este fenómeno es relativamente nuevo. En 2001, recuerda Penchaszadeh, un estudiante del laboratorio, Andrés Averbuj, no podía encontrar hembras mientras investigaba la reproducción de unos caracoles en la zona de Mar del Plata. "«Son todos machos », me informaba Averbuj, y yo le decía: «Mirá bien...», pero él insistía en su observación. Por esa época, asistí a un congreso científico en el que se presentó una ponencia sobre impostación sexual en caracoles. ¿Sería posible que estuviéramos ante esa situación con los caracoles de Mar del Plata? Y así fue", recuerda el investigador.
En esa población marplatense de caracoles estudiados "no había hembras en condiciones de reproducirse porque su vagina estaba obturada por un pene -precisa-. Parecían todos machos. Las hembras ni podían copular ni podían evacuar sus huevos y reproducirse, y era una población sólo de individuos viejos. Era la primera vez que se encontraba tal fenómeno en la Argentina".
Desde entonces hasta ahora, los casos hallados se multiplicaron. "La masculinización en moluscos marinos está documentada para más de 200 especies de caracoles en el mundo", señalan los doctores Bigatti y Penchaszadeh, al tiempo que precisan: "Este fenómeno es dosisdependiente, por lo que, a mayor concentración de TBT, más efectos de imposex. "
El pormenorizado estudio realizado en toda la costa argentina arrojó que, en general, ese fenómeno estaba asociado con el movimiento de embarcaciones navieras. "En las cercanías de los puertos con más tráfico marítimo de la Patagonia, como Puerto Deseado, Ushuaia, Puerto Madryn y San Antonio, existe un mayor índice de imposex que en aquellos con menos actividad. En las zonas prístinas, el porcentaje de imposex fue nulo", comparan.
Los expertos coindicen en que este panorama debería ser tenido en cuenta por las autoridades locales y regionales para "elaborar políticas que eviten el uso de estos contaminantes y encaren la investigación de componentes antiincrustantes sin TBT para utilizar tanto en la Argentina como en otros países sudamericanos".
Centro de Divulgacion Cientifica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
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