Si hay un único patrón climático que aterra a los mercados agrícolas y de materias primas ligadas a los alimentos, es el llamado El Niño.
Este fenómeno, causado por un incremento de la temperatura del agua en el Océano Pacífico tropical, en anteriores ocasiones provocó fuertes cambios en los precios mayoristas de los alimentos, porque generalmente causa sequías en el sudeste de Asia y Australia.
Los operadores y dirigentes agrícolas observan con nerviosismo los modelos climáticos, y se mantienen atentos a una posible evolución de El Niño a fines de este año. Varios países, incluyendo Australia y Estados Unidos, presentaron temprano sus advertencias.
Como los pronósticos meteorológicos indican que hay más de 50% de probabilidades de que llegue El Niño, esta posibilidad recibirá mucha atención por parte del mercado, dijo Luke Chandler, director de investigación de mercados de materias primas agrícolas en Rabobank en Londres.
Los operadores de productos agrícolas y commodities ligados a los alimentos sostienen que el fenómeno climático está presente en su radar, si bien la mayoría en el mercado concuerda en que es demasiado temprano para afirmar que se producirá este año y qué impacto tendría sobre los precios.
Daniel Guertin, meteorólogo del área de commodities de Barclays Capital en Nueva York, señaló que los operadores seguramente seguirán de cerca la evolución del patrón climático.
La temperatura de las aguas en el Océano Pacífico tropical subió sustancialmente, y esto es señal de que se está desarrollando el fenómeno El Niño a fines de este verano (boreal) o en el otoño (boreal). El nerviosismo del mercado está justificado, agregó.
Si El Niño llega con fuerza podría afectar los mercados de crudo y gas natural, porque el fenómeno normalmente implica que el invierno es más cálido en Estados Unidos, el mayor consumidor de petróleo del mundo, y que menos huracanes golpearán contra el Golf de México, que es rico en energía.
Hasta podría influir en el precio del oro, porque si un débil monzón golpea la economía agrícola de India, dejará a los granjeros con menos dinero para gastar durante el resto del año en el festival de Diwail, que es el período con más movimiento de compras en el país consumidor de oro más grande del mundo.
El fenómeno se repite cada tres a cinco años, pero esta vez el mercado teme que sea más fuerte.
El actual episodio de El Niño podría ser el más fuerte en 10 años, señaló Guertin. Él cree que es probable que sea más severo que los que se produjeron en 2002-03 y 2006-07, pero que no tomará la intensidad del devastador fenómeno de 1998. |
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