La obra de generación hidroeléctrica de Salto Andersen está llegando a una nueva etapa de su desarrollo a partir de la inminente instalación de los tubos de aspiración, que darán inicio a la fase de montaje y finalizando de la obra civil.
Por otra parte, trascendió que ya están en el país --provenientes de España-- las turbinas que se instalarán en el dique, aunque se encuentran demoradas en la Aduana debido a que deben ser revisadas, ya que sufrieron algunos accidentes durante el traslado y la empresa aseguradora de los equipos requirió una revisión integral de los equipos.
"Estamos comenzando una nueva etapa con la obra, que muestra un grado de avance del orden del 70%. Es inminente el montaje de los equipos encargados de la generación de energía", adelantó el ingeniero Horacio Collado, titular del Departamento Provincial de Aguas (DPA), responsable oficial de la ejecución de la obra, que lleva a cabo la empresa española Isolux Corsán SA.
El dirigente remarcó que sólo será posible apreciar los turbogeneradores en esta instancia, ya que luego quedarán completamente tapados por el agua del dique, ubicado a unos 80 kilómetros aguas arriba de Río Colorado.
"En un mes más los vecinos de Río Colorado verán pasar las tremendas turbinas que van a ser instaladas, y que pronto van a estar generando energía", concluyó Collado.
El proyecto Salto Andersen comenzó a esbozarse en el año 1932, aunque tuvo un impulso concreto en la década del '50, a través de una idea del ingeniero Thor Andersen, quien vio en ese salto una buena alternativa no solo de riego sino también de generación hidroeléctrica.
Obra fundamental para convertir definitivamente a esta zona en una región productiva, tal como se desprende de los estudios realizados en las décadas del '20 y '30, Salto Andersen sirvió por muchos años para irrigar unas 13 mil hectáreas, de las cuales sólo 5 mil están sistematizadas para realizar riegos por pendiente natural.
De concretarse el proyecto de generación de energía que está en marcha, serán casi 20 mil las hectáreas regables de la margen rionegrina del Colorado y se sumarían otras seis mil del lado pampeano, que podría recibir una porción de agua sobre el valle de Melicurá, mientras que en la zona de Río Colorado se podría utilizar energía a costos preferencial para la instalación de equipos de riego mecanizado.
En cuanto a la generación hidroeléctrica, se estima que será posible --con los caudales actuales-- alcanzar los 11 megavatios, de los cuales se utilizarían algo más de seis en esta región y el resto subiría al Sistema Interconectado Nacional para ser comercializado. |
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