El resultado del estudio será publicado en una prestigiosa revista, donde se destacará que determinados compuestos que se usan en las pinturas marinas altera la sexualidad de esos moluscos. En el trabajo tomaron parte también investigadores de la Universidad de Mar del Plata y del Centro Austral de Investigaciones Científicas de Ushuaia, y los estudiantes de doctorado Andrés Averbuj, del CENPAT, y Mónica Premost, Valeria Teso y Soledad Zavala.
El estudio fue efectuado a lo largo de los 4.700 kilómetros costeros, desde Mar del Plata, en Buenos Aires, hasta Lapataia, cerca de Ushuaia, en Tierra del Fuego. El pormenorizado trabajo realizado en toda la costa argentina arrojó que, en general, ese fenómeno estaba asociado con el movimiento de embarcaciones navieras. “En las cercanías de los puertos con más tráfico marítimo de la Patagonia, como Puerto Deseado, Ushuaia, Puerto Madryn y San Antonio, existe un mayor índice de imposex que en aquellos con menos actividad. En las zonas prístinas, el porcentaje de imposex fue nulo”, asegura el texto.
“Tras el relevamiento realizado en todo el litoral atlántico, advertimos que el problema de impostación sexual estaba sumamente difundido, sobre todo en sitios con gran tráfico marítimo”, dijo Penchaszadeh. Desde entonces hasta ahora, los casos hallados se multiplicaron. “La masculinización en moluscos marinos está documentada para más de 200 especies de caracoles en el mundo”, señalan los doctores Bigatti y Penchaszadeh. |
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