Los vecinos manifestaron que ya sienten temor de beber el líquido vital suministrado por la aguatera estatal, considerando que al abrir las canillas el líquido sale muy turbio.
También existe temor de que el agua estancada pueda convertirse en un criadero del mosquito transmisor del dengue y otras enfermedades. Reclaman que la Essap realice una fuerte inversión para renovar las cañerías de su sistema de distribución y así garantizar a los usuarios la provisión de agua limpia y potable.
Las instalaciones de la Essap en esta localidad ya son antiguas y han sufrido daños fundamentalmente tras los trabajos de instalación del sistema de alcantarillado sanitario.
Además de las pérdidas del líquido vital, los obreros dejan enormes baches después de cada reparación que realizan en la red de distribución de la empresa. La destrucción del pavimento representa un peligro para los automovilistas que circulan por las vías. También significa gastos extras para la comuna, que debe reparar continuamente las irregularidades en el afirmado.
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