La altura del Río Paraná frente de las costas de la capital correntina atraviesa desde hace algunos días por una notable bajante y desde Prefectura estiman que el nivel no experimentará mejoras en las próximas semanas. Aunque en otras partes del país la merma del cauda de agua ya generó serios inconvenientes, en esta provincias no provocó problemas de ningún tipo.
La falta de lluvias en la región hizo que hace algunos meses la altura del Río Paraná alcanzará el nivel de “alarma” al llegar a 1,70 metros frente al Puerto Correntino. Esta altura casi pone en jaque al sistema portuario local que vivió entonces una de las bajantes más fuertes de los últimos tiempos para luego comenzar a experimentar un lento período de recuperación.
Durante la jornada de ayer voceros de Prefectura comentaron a este medio que dicho repunte se encuentra hoy en una preocupante meseta. Sucede que desde hace varios días al altura del Paraná casi no experimenta variaciones, “actualmente el río está bajo en esta parte del país, pero todavía no es preocupante”, dijeron en tanto explicaron que mientras se superen los dos metros, la situación esta controlada. No obstante resaltaron que en Iguazú la altura es de 12,4 metros “el Paraná no está creciendo a la altura de Iguazú y de Andresito” comentaron en tanto resaltaron que esto significa que no se prevé un repunte para los próximos días.
En este sentido vale resaltar que debido a la merma en el caudal de agua, desde hace algún tiempo es posible observar en las costas capitalinas imágenes pocas veces vistas. Este es el caso por ejemplo de las defensas construidas para tratar de frenar el impacto de posibles inundaciones, la bajante dejó también al descubierto los basurales que están situados a la vera del Paraná. No obstante, todavía no se alcanzan a apreciar los pilotes sobre los que fue construido el puente interprovincial General Manuel Belgrano, imagen que muchos correntinos observaron hace aproximadamente 40 años, mientras se edificaba el viaducto.
Inconvenientes
Es importante resaltar que la bajante ya puso en peligro la actividad comercial en varios puertos y obligó a un importante número de ciudades a modificar sus planes de logística y exportación. Este es el caso por ejemplo de la zona de Rosario donde los barcos que trasladan granos cargan menos de lo habitual, en San Pedro durante junio se perdieron buques de frutas, y también en las provincias de Misiones y Formosa, la bajante comenzó a impedir la circulación de las barcazas cargadas con combustibles, situación que repercutió en un importante desabastecimiento de naftas y gasoil en toda la región.
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