Un panorama desolador en las poblaciones urbanas se da en la mayoría de las localidades del interior chaqueño a raíz de la intensa sequía que obliga al acarreo de agua a grandes distancias, lo que aumenta el gasto de las comunas en concepto de combustibles y lubricantes, sin contar eventuales roturas de los camiones cisterna.
La principal causa es la falta de lluvias que provoca que las capas subterráneas estén cada vez más bajas, “y eso nos obliga a hacer costosas perforaciones, con el riesgo de que no sean de calidad, porque últimamente el agua está saliendo muy salada”, comentó a NORTE el intendente de Pampa del Infierno Marcelo Píccoli.
Calles polvorientas, personas con baldes y bidones que tratan de llevar algo de agua de las canillas públicas se han constituido en la postal común a varias poblaciones del interior del Chaco.
La crisis del agua, como se la denomina a la intensa sequía, obliga a la búsqueda de diferentes paliativos, entre los cuales se apela a las perforaciones profundas.
Los pobladores más antiguos dicen que no se registra una sequía de este tipo desde hace más de treinta años. “Los pastos están secos, llevar agua para los animales se transforma en una odisea, los molinos tiran muy poca agua”, se lamentaba el productor ganadero Isaac Leventer, quien tiene su predio al sur de Los Frentones.
El paisaje se repite en las localidades de Avia Terai, Concepción del Bermejo, Pampa del Infierno y Los Frentones, además de Río Muerto. “Estamos sacando un tanque de agua por día para las vacas, porque el pozo no da más”, dice Alberto Meza, encargado de un campo en la zona de Pampa del Regimiento, al norte de Avia Terai.
Los intendentes de estas comunas, ante la consulta de NORTE, expusieron la complicada situación que les toca vivir. “Tratamos de abastecer a todos, porque no tenemos que descuidar la inversión privada que trabaja en los campos, que hoy está padeciendo una crisis histórica y hay animales que comienzan a sentir el golpe de las sequías porque no hay un solo reservorio con agua”, informó Héctor Pallares, intendente de Avia Terai.
El acarreo de agua
En la actualidad, la falta de agua intenta ser paliada con el acarreo en tanques cisterna; pero los esfuerzos no son suficientes. Sólo con dos camiones llevar agua a la gente le implica a cada municipio entre 900 y 1.100 pesos por día. Cada jornada se distribuyen dos millones de litros de agua; pero hay un déficit de alrededor de un millón de litros cúbicos. La salida de emergencia es la perforación profunda; pero eso requiere asistencia financiera por los altos costos de las mismas.
El intendente de Avia Terai dice que los esfuerzos que se hacen en el acarreo y reparto de agua son enormes, y que ahora se agrega otro problema, y es que debido a la constante extracción del líquido de las perforaciones “comienza a sentirse mayor dureza”; es decir, mayor presencia de sales, con los efectos negativos que tiene en el organismo humano el consumo habitual de este tipo de agua, que “se va tornando no apta para el consumo humano. Aquí, en el pueblo, el problema es el consumo de la gente; y en el campo, adonde mandamos como podemos los tanques con agua”, dice.
“Esto implica mayores gastos, y en forma mancomunada con muchos vecinos estamos soportando estoicamente una de las peores sequías de la historia de este pueblo”, comenta el intendente. “Ya no me está quedando de dónde sacar agua; los pozos se van secando, las represas están resecas desde hace cinco meses”, completó el mandatario.
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