Los lugareños sienten que con el acueducto Frías-Choya, inaugurado recientemente por autoridades gubernamentales, se salda una deuda histórica de tantos años para con esta localidad. Anteriores gobiernos carecieron de una mirada sensible al suplicado pedido de la gente que reclamó este servicio desde hace más de 120 años, desde su fundación misma.
Pero más allá de provocar una reivindicación para con esta sociedad desde la dignidad, que no es poca cosa, se abren otras posibilidades alentadoras para su crecimiento y progreso. Esto se potenciaría, aún más, cuando próximamente se comience a trabajar en la restauración de la ruta provincial Nº 6 y se lleve a la práctica el proyecto del gasoducto Frías-Loreto.
Uno de los posibles beneficios que redundaría en este punto sería recuperar las épocas florecientes de la explotación calera. Esto llevó en otros tiempos a ser uno de los baluartes de la economía regional teniendo como epicentro lo fabricado en Choya, una de las mejores del país.
“Con la llegada del agua, la futura ruta y el proyecto del gasoducto que se hará más adelante las cosas van a ir mejorando. A eso le debemos sumar que si tenemos el apoyo del Gobierno provincial vamos a potenciar aún más las proyecciones de esta actividad. Por esta semana vamos a prender nuevamente el horno y continuaremos fabricando cal como lo hemos venido haciendo hace más de 40 años, más allá que tuvimos que sortear varios obstáculos igualmente hemos confiado en este emprendimiento y tenemos la dicha de ser los únicos en esta apuesta”, comentó Guillermo Catella, empresario de la zona dedicado a esta actividad minera.
Sobre la actualidad precisó: “Estamos acopiando toda la materia prima como leña y piedra, así podamos seguir. En este momento se apagó el horno debido a que teníamos cal y queríamos acumular los elementos necesarios para otra nueva etapa de elaboración”. ?
PUNTOS SALIENTES
Personal. Cerca de 50 familias se benefician directa e indirectamente con esta actividad minera. Esa cantidad se resiente considerablemente cuando por algunas circunstancias se paraliza este trabajo.
Única. Esta calera extrae la materia prima de la zona. La leña y la piedra caliza son transportadas en camiones hasta el lugar donde se fabrica el producto, ya sea en San Pedro o en Choya.
Ley. Está en vigencia la ley provincial Nº 5919, que establece que en todo el territorio santiagueño se debe utilizar cal de elaboración local. Lamentablemente, esto prácticamente no se cumple.
Mercado. La mayoría de las construcciones efectuadas en la provincia utilizan productos provenientes de San Juan, lo que le quita el mercado a la gente de este lugar.
Necesidad. La cal hidratada sería una de las condiciones valederas para que se pueda competir con la ingresada desde otros puntos del país. Para ello debe existir una fuerte inversión.
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