El suelo es la capa superior de la superficie terrestre, sustento de la mayor parte de las actividades de la biosfera, base de la vegetación y hábitat natural de gran parte de la fauna, regulador del ciclo del agua y de los nutrientes, interventor en los grandes flujos de energía e intercambios de gases con la atmósfera. Estas son algunas de las funciones vitales que cumple el suelo en el desarrollo de la humanidad y demás especies que habitan el planeta Tierra.
Las cuencas La Petra, El Morro y El Amparo fueron decretadas por la provincia como áreas de suelo deterioradas por la erosión; en la actualidad, la sedimentación que se desprende de las tierras trabajadas en La Petra va a dar al dique Paso de las Carretas. Ubicado en el centro de la provincia, en el departamento Pringles, el dique Paso de las Carretas se terminó de construir en 1982, bajo el gobierno militar del brigadier Nicolás Di Risio. Alrededor de 10 años duró la construcción de esta presa que fuera pensada para el riego, el consumo ganadero y humano.
Una batimetría realizada en 2006, determinó que el 23% del dique Paso de las Carretas está ocupado por sedimentos que se desprenden de los suelos aledaños. En esa misma ocasión, se dio a conocer que, el dique Cruz de Piedra descontó el 47% de su capacidad de embalse original. A pesar de los datos, hoy en día, “pensar en recuperar estos diques puede ser igual de caro que construir uno nuevo”, explicó Pablo Mestre, jefe del Subprograma de Producción Agrícola del Ministerio del Campo de la provincia.
El enemigo silencioso
“El suelo es un recurso natural que puede considerarse no renovable y la erosión constituye uno de los problemas más acuciantes junto con el agotamiento, la decapitación, el anegamiento y la contaminación”, explicó el ingeniero agrónomo a cargo del Subprograma. Los procesos que provocan una disminución de la capacidad productiva del suelo se denominan procesos de degradación, entre los cuales uno de los más importantes es la erosión hídrica o eólica.
Por año, entre 600 y 700 milímetros de agua caen sobre la Sierra Grande de San Luis y van a dar al dique Antonio Esteban Agüero, La Florida y aportan el líquido vital al dique Paso de las Carretas. Las tierras que rodean a este último se conocen como la cuenca La Petra. En la zona, el 70% de la producción es agrícola: siembra de maíz y soja principalmente.
Según la clasificación de capacidad de uso de la USDA (United States Department of Agriculture), el grado de aprovechamiento de los suelos va del 1 al 8. El 7% de los suelos de San Luis tienen capacidad de uso 4. Es decir, unas 500 a 600 mil hectáreas en la provincia (entre las que se cuentan las ubicadas en la costa este del territorio puntano, las tierras de El Amparo, La Petra, Cuatro Esquinas) son aptas para la producción agrícola ganadera. En capacidad de uso 6, existen 1.800.00 hectáreas.
“Con el uso de las viejas tecnologías, las tierras de capacidad de uso 4 eran aptas para la producción. Hoy, con la incorporación de nuevas tecnologías, los suelos de escala 6, pueden ser suelos cultivables, bajo determinadas condiciones”, comentó Mestre.
La cuenca La Petra, a pesar de ser considerada área de suelos deteriorados por la erosión, continúa dando frutos a sus dueños aunque de soslayo, pequeños surcos, algunas veces imperceptibles a la vista, resquebrajan la tierra y, lentamente, van disminuyendo y aniquilando su capacidad productiva. Pero el llamado de la Pachamama son ecos y como ecos sólo llegan a unos pocos oídos y muchos, se pierden en el vacío.
Foto: Archivo Programa Infoagua |
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