Al menos quinientas familias que habitan en la zona de Cuenca XV de esta ciudad viven rodeadas de contaminación y del peligro que ello implica, provocando preocupación entre los vecinos, quienes temen por la salud de sus hijos.
Así lo informó el director provincial de Defensa Civil, Claudio Domínguez, quien aseguró que los análisis hechos a los líquidos que el municipio neuquino vierte desde las lagunas de oxidación ubicadas en la zona de bardas, sobre la denominada Cuenca XV, “arrojaron alto grado de contaminación, con cifras, en algunos casos, extremadamente peligrosas”.
Explicó que los resultados obtenidos “superan cualquier límite permitido por normas provinciales, tanto para riego como para consumo humano”. “Se trata de materia fecal e hidrocarburos disueltos en agua, lanzados en forma adrede desde las piletas hacia las bardas por medio de una compuerta, y desde allí hacia el sector donde están ubicadas las viviendas. Saben que contaminan y a quién contaminan”, agregó.
El funcionario comentó que Defensa Civil actuó ante una denuncia de los vecinos “quienes se quejaron por los olores y el líquido de color oscuro que bajaba de las bardas”. La denuncia, según detallaron desde la citada área, se complementa con un estudio de impacto ambiental realizado por dieciocho profesionales, lo que “determinan un alto grado de contaminación en aire, agua, suelo y subsuelo”, señaló.
Tras constatar irregularidades, el director provincial de Defensa Civil le había solicitado en forma urgente y mediante nota formal al intendente, Martín Farizano, la reubicación de los piletones que, según Domínguez, se utilizan para verter día a día cientos de litros de líquidos contaminantes, que terminan frente a las casas de los habitantes del sector.
Números determinantes
Desde el área detallaron que las muestras de agua las tomaron el 19 de junio y que desde el punto de vista bacteriológico se toman dos parámetros: Coliformes Totales y Escherichia Coli.
Indicaron que para referirse al agua potable, los valores deben ser menores a 2 colonias en 100 mililitros; mientras que para vuelcos permitidos en aguas superficiales -todo lo que se vierte al río, por ejemplo-, estos valores deben ser menores a 5.000. Sin embargo, para las muestras tomadas en la barda la concentración son de 12.000.000 y de 460.000, respectivamente, cifras superiores a los valores deseados.
En cuanto al análisis fisicoquímico, los valores medidos también se ubican por encima de los que indica la norma de calidad para el control de los vertidos de aguas residuales.
Para este caso se tomaron en cuenta tres parámetros: la Demanda Biológica de Oxígeno (es la cantidad de oxígeno necesaria para descomponer la materia orgánica mediante la acción de microorganismos aerobios presentes en el agua), Demanda Química de Oxígeno (que es lo que determina la cantidad de oxígeno requerida para oxidar la materia orgánica en una muestra de agua residual bajo condiciones específicas de agente oxidante, temperatura y tiempo).
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