La negociación con Chile es un golpe de estado a Bolivia. El mandatario masista está dispuesto a aceptar mar SIN soberanía y a sepultar nuestra demanda histórica de una salida soberana y útil al Océano Pacífico, por territorio que Chile nos usurpó. Evo Morales ignora que la Convención de Naciones Unidas firmada el año 1966 concede a los 15 países del mundo que nacieron sin mar, enclaves, puertos libres, zonas francas y todas las facilidades de libre tránsito para que éstos países operen flotas navieras mercantes propias.
Chile nos invadió y anexó Antofagasta y todos nuestros puertos marítimos. Debemos plantear la devolución de la bahía de Mejillones, sitio adecuado para la construcción de un megapuerto. Por falta de una costa propia y soberana, nuestro país se quedó atrás y es líder del grupo de los 18 países más subdesarrollados del planeta. Por falta de un puerto marítimo, Bolivia no recibió las masivas migraciones que construyeron Estados modernos y hoy es un país indígena, encuevado, sin perspectiva histórica. Necesitamos un estadista que proclame la reivindicación marítima como un objetivo nacional irrenunciable. La negociación con el usurpador histórico ha fracasado. Morales debe decir la verdad al pueblo, no más mentiras.
Chile sostiene que el Tratado de 1904 es irrevisable, y que no existe ningún conflicto territorial pendiente de solución con Bolivia. Nos ofrece mar sin soberanía. Morales debería poner fin al bilateralismo y plantear el conflicto marítimo en la OEA y en la ONU. Hasta ahora usa los foros internacionales para defender a países extranjeros de la órbita castrocomunista. El presidente masista entregó el bastón de mando al comandante del ejército chileno. Entregó el territorio nacional al invasor de 1879 para que nos invada otra vez y se convierta en potencia bioceanica. Reanudó de facto las relaciones diplomáticas con Chile. Traiciona a la Patria y quiere reelección.
El mandatario masista ignora que la reivindicación marítima es la reivindicación de la dignidad nacional. Bolivia debe restituir su derecho histórico de Estado condómino y ribereño del Océano Pacífico. La Asamblea General de la OEA ha aprobado 12 Resoluciones que obligan a Chile a devolvernos mar con soberanía. Morales ignora estas resoluciones. Es aliado de Chile y enemigo del Perú, nuestro aliado histórico. La oferta de Arica es otra mentira. Además, la reivindicación marítima es la reivindicación del mar boliviano, no la reivindicación del mar peruano.
La sumisión a Chile fue la consigna de Gonzalo Sánchez de Lozada. Hoy Morales hace lo que Chile manda. El usurpador histórico después de usurpar nuestro mar usurpó nuestras aguas altiplánicas. El SAQUEO de las aguas del Silala y del Lauca debe acabar. Las aguas de los manantiales del Silala, ubicados en la provincia Nor Lípez del departamento de Potosí, son desviadas hacia territorio chileno. Morales ignora que Bolivia necesita estos recursos hídricos para transformar el altiplano boliviano en una región agropecuaria. Sin embargo, prefiere potenciar a Chile y que Bolivia siga en la extrema pobreza. No hay dignidad en las relaciones del presidente masista con el país que nos enclaustró.
El usurpador de nuestro mar dice que las aguas de los manantiales del Silala son un río internacional. Morales debe rechazar esta falacia. Un árbitro internacional puede evidenciar que las aguas del Silala son nacionales, de propiedad exclusiva de Bolivia. El conflicto provocado por el desvío de las aguas del río Lauca hacia Arica, debe ser resuelto por la Corte Internacional de Justicia de La Haya. El saqueo de toda nuestra reserva de agua potable altiplánica continúa con la autorización del Presidente del Estado Plurinacional. Se requiere una política de Estado en las relaciones con Chile. Y que se acabe la corrupción. Chile debe pagar a Bolivia una indemnización por el robo de las aguas del Silala desde 1908 cuyo monto supera los 3 mil millones de dólares.
El saqueo de nuestro territorio y de nuestros recursos naturales es el objetivo permanente del país que nos invadió y nos encerró en su patio trasero. Chile ofrece mar SIN soberanía y dice que las aguas del Silala son de Chile y de Bolivia. El presidente Morales debe exigir mar con soberanía y recuperar nuestras aguas altiplánicas. El servilismo ante el usurpador histórico es traición a la Patria. |
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