En línea con la vocación de expansión que muestran las empresas brasileñas en el país, la firma estatal Eletrobras –un 30% está en manos privadas–, que lidera el mercado eléctrico en ese país, tiene previsto comenzar a más tardar el año que viene un proyecto de u$s 3.000 millones en la Argentina. Se trata de Garabí, una central hidroeléctrica que en tierras de las provincias de Corrientes y Misiones en la Argentina, y del Estado de Río Grande do Sul en Brasil, que según los planes tendrá una capacidad para producir 3.000 megawatts por hora, un 15% de la oferta actual de la Argentina.
Así lo confirmó Sinval Zaidan Gama, vicepresidente de Bracier, un ente controlado por Eletrobras que también agrupa a otros operadores eléctricos de Brasil, en diálogo con El Cronista. “Estamos completando los estudios de prefactibilidad, que estarán listos a finales de este año. Con eso en la mano, podremos determinar la mejor ubicación del proyecto”, explica. “Eso ya tiene un cronograma y está en marcha. Avanzar con esta iniciativa es una decisión firme que ya tomaron los gobiernos argentino y brasileño”, sostiene el ejecutivo.
En rigor, la iniciativa tiene al menos tres décadas. El puntapié inicial fue en marzo de 1972, cuando se realizó el primer acuerdo binacional entre la Argentina y Brasil para aprovechar el potencial hidroeléctrico del río Uruguay.
En aquella ocasión, los firmantes fueron Agua y Energía Eléctrica por el lado argentino y la propia Eletrobras.
El proyecto se completó técnicamente en 1989, pero hasta el momento nunca logró sumar todos los apoyos necesarios para concretarse. En los ’90, bajo las presidencias de Carlos Menem, se puso freno a las obras de infraestructura de gran tamaño, como las centrales nucleares (Atucha II) y las hidroeléctricas, al tiempo que la privatización del sector petrolero derivó en un aumento de la producción de energía a partir de gas natural.
Sin problemas de caja
En la empresa no parecen tener una excesiva preocupación para conseguir el financiamiento necesario. “El BNDES (es el banco de inversión brasileño) puede financiarnos”, asegura. “Además, realizamos inversiones por u$s 30.000 millones al año en Brasil, así que no el dinero necesario, en comparación, no es tanto”.
Eletrobras obtuvo el año pasado la luz verde para invertir fuera de su país de origen. Desde ese momento comenzaron a evaluar alternativas de negocios en la región.
En esa línea, Zaidan Gama asegura que “vamos a analizar todas las posibles inversiones que aparezcan en la Argentina. El resto de los proyectos en otros países, fuera de Brasil, están en etapas anteriores”.
En el área de generación eléctrica, la prioridad será la construcción de centrales hidráulicas, el segmento donde mayor experiencia tiene la empresa. Pero también prevé desembarcar en la construcción de redes de transporte eléctrico de alta tensión.
Un grupo en busca de crecer más allá de su mercado
Eletrobras está controlada por el Estado brasileño, que tiene un 70% de su capital, mientras que el restante 30% está en manos de inversores privados. La compañía, que ahora mira hacia la Argentina para continuar con su crecimiento es, literalmente, un gigante del negocio eléctrico a nivel mundial.
Por caso, en Brasil es dueña de la mitad de Itaipú, la mayor represa del mundo, que ese país comparte con Paraguay. En esas tierras suma a razón de 4.000 megawatts de nueva generación cada año; es decir, un 20% de la capacidad total de la Argentina. Y cuenta con un presupuesto de inversión de u$s 30.000 millones al año en ese país, una cifra imposible de imaginar para el sector local.
En total, la compañía suma cerca de un 40% de la capacidad de generación en esas tierras. “El sistema brasileño es muy grande”, justifican en la empresa.
Pero la presencia de Eletrobras no se limita al sector de producción de la energía. Es, además, la empresa que controla el transporte eléctrico por redes de alta tensión en su país, algo que también quiere hacer en la Argentina.
Estos antecedentes le alcanzan para ser la mayor empresa del rubro energético a nivel mundial. |
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