Hay miles de chilenos que parecen no enterarse de que el agua es un recurso más escaso. Que los agricultores están impulsando una reforma al código que legisla su manejo en el país. Que Codelco explora la forma de conseguir agua desde Bolivia. Y que a nivel mundial, cada vez se asienta más la idea de que en el futuro las guerras serán por el agua.
Un estudio elaborado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) reveló que las familias chilenas gastan hasta un 70% más del agua requerida para cubrir todas sus necesidades.
El "mapa del consumo doméstico", elaborado a partir de los datos aportados por las compañías privadas entre 2007 y 2008, muestra que el consumo promedio en Chile (ver infografía) varía entre 119 litros y 173 litros por habitante, pese a que se estima que 100 litros son suficientes para no perjudicar la calidad de vida.
Para la superintendenta de Servicios Sanitarios, Magaly Espinosa, en el país no hay consumo responsable del recurso. "Por el contrario, concluimos que las familias chilenas incurren en un gasto de agua que está muy por encima de lo que realmente requieren", sentencia.
Y aunque el consumo depende de la estacionalidad -entre junio y agosto se registra la menor demanda-, durante todo el año se mantiene invariablemente en la denominada franja amarilla, que, al igual que un semáforo, alerta de la necesidad de realizar cambios de hábitos simples para lograr un consumo más responsable.
Los más derrochadores
No todos los chilenos gastan igual. En la Región de Aysén -donde la empresa Aguas Patagonia tiene 24.000 clientes-, el consumo medio de agua per cápita llega a 95 litros; y en época estival, a 112 litros, la más baja de todo el país.
Por el contrario, según la SISS, el mayor consumo lo registran los clientes de la empresa Coopagua, presente en Las Rocas de Santo Domingo, Región de Valparaíso, que abastece a unos 3.600 clientes. En esta zona, una persona utiliza en promedio 667 litros de agua, llegando a más de 1.300 litros en verano. Y esto se explica -asegura el informe- por los "grandes jardines y piscinas" que poseen las residencias en el sector.
La situación se repite con los consumidores de Aguas Cordillera y Aguas Manquehue. "Esto se entiende básicamente por el tipo de cliente, perteneciente a los estratos ABC1", señala el estudio.
En los últimos diez años, el consumo de agua ha aumentado sustantivamente, a excepción de febrero de este año, que producto de la crisis la gente tomó conciencia de los gastos domésticos. "Una llave abierta durante un minuto significa el gasto de diez litros de agua", explica la superintendenta.
Sobre todo para el caso del aseo personal: El concepto "baños" representa el 60% de la torta, por lo que duchas más cortas y el cierre de llaves durante el cepillado de dientes podría llevar a Chile a ubicarse en una franja de consumo sustentable.
Residentes de Las Rocas de Santo Domingo (V Región) gastan al año 1.200 litros más de agua que los habitantes de Aysén.
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