El reclamo de los vecinos que viven en cercanías a planta de líquidos cloacales y que a diario tienen que soportar olores nauseabundos, llegó al despacho del intendente de Allen. Luego de que el tema tomara estado público a través de los medios, el jefe comunal intimó por la situación a ARSA y al DPA.
En un comunicado de prensa emitido desde el municipio, se explicó que ayer el intendente de Allen, Graciano Bracalente, envió cartas documentos a los organismos ARSA, concesionaria del servicio agua y sistema de cloacas, y DPA, Ente Regulador, a partir de la necesidad de un buen funcionamiento de la planta de oxidación de desechos cloacales, que afectan la higiene, salubridad y seguridad públicas.
Bracalente dijo que "aún no funcionan los aireadores lo que hace persistir los malos olores, y no vamos a esperar que lleguen los días cálidos, y si es necesario, vamos a pedir reformular la obra".
Según se informó desde el Ejecutivo, el reclamo ya había sido efectuado hace dos semanas atrás cuando el intendente viajó a Viedma para realizar gestiones y presentar el proyecto de red de agua potable para la zona del barrio El Salto. En esa oportunidad Bracalente mantuvo una reunión con el Ingeniero Daniel Ricca, quien había asumido el compromiso de visitar la localidad en el transcurso de la semana pasada, que no pudo concretar por motivos personales.
Además el intendente destacó que es excelente su relación personal con los ingenieros Jorge Isaac del DPA, Daniel Ricca de ARSA, Horacio Collado, superintendente del DPA y Laureano Tapia del DPA Allen, pero que "en la carta documento que remití quedan asentadas cuestiones de responsabilidad y no de amistad".
Para el jefe comunal "llegamos a un punto donde se superó la línea de tolerancia a la espera de una solución y donde es necesario que tomemos medidas contundentes para que, de una vez por todas, mejoremos la calidad de vida de los allenses".