Durante el primer semestre del año, solamente llovió entre el 20% y el 32% de la media anual de cada subzona que compone la región. Según el propio Servicio Meteorológico Nacional, la situación no mejorará en la segunda mitad del año. Ya se habla de una nueva temporada de fracasos para el trigo y la ganadería, las principales producciones.
El primer semestre del año cerró, en el sudoeste bonaerense, con un déficit de precipitaciones del orden del 40% al 50% para esta época del año, fenómeno que provoca que las principales producciones --la ganadería y el cultivo de trigo-- continúen en estado crítico.
De acuerdo con un relevamiento efectuado por este diario, cuando ya ha transcurrido más de la mitad de este año, en las diferentes subzonas de la región sólo ha llovido entre el 20% y el 32% de la media anual histórica.
Como resulta obvio tomando en cuenta lo sucedido en el último lustro y los pronósticos para lo que resta del año, ni siquiera los más optimistas consideran factible que la tendencia pueda revertirse en los próximos cinco meses y medio, por lo que se da como un hecho que las lluvias de este 2009 no superarán el 70% al 75% de lo que precipitaría en un año climáticamente normal.
Estas estimaciones son avaladas por los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el sudoeste bonaerense, correspondientes al trimestre julio-septiembre.
Los datos brindados por ese organismo no son alentadoras, ya que se prevén registros de precipitaciones "normales o inferiores a las normales", así como temperaturas "normales o superiores a las normales".
De acuerdo con datos recabados días atrás por el SMN, no existe zona del sudoeste bonaerense que actualmente no se encuentre en situación de sequía.
Las mediciones de balance hídrico del suelo muestra que en la situación más complicada (sequía absoluta) se hallan los distritos de Patagones, Villarino, Puan, Bahía Blanca, Adolfo Alsina y parte de Saavedra y Tornquist.
En sequía extrema, en tanto, se hallan Coronel Rosales, Coronel Pringles, Coronel Suárez, Guaminí y parte de Coronel Dorrego, Saavedra y Tornquist. Tres Arroyos y el sector este de Coronel Dorrego, en tanto, están encuadrados en la categoría de sequía y sequía grave.
Según un relevamiento efectuado por el organismo el 2 de este mes, la reserva de agua útil en el suelo sigue siendo nula en los distritos de Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Tornquist, Puan, Adolfo Alsina, Saavedra y parte de Coronel Suárez y Coronel Pringles.
En el resto de los distritos de la zona sudoeste, la reserva de agua varía entre el 5% y el 20% (aunque estos últimos porcentajes se dan sólo en el distrito de Tres Arroyos).
Según el SMN, para salir de la situación de sequía en los próximos 10 días, en Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Puan y parte de Tornquist tendría que precipitar más de 100 milímetros en los próximos días. En el resto de la zona, para que se cumpla el mismo objetivo, tendrían que caer entre 60 y 100 milímetros (60 en el sector este de la región, y entre 80 y 100 a medida que se consideran zonas ubicadas más al oeste).
De mal en peor
En esta situación, y con las perspectivas actuales, los productores agropecuarios del sudoeste bonaerense están comenzando a hablar de una nueva temporada de fracasos en cuanto al desarrollo de los cultivos finos, cuya siembra está muy retrasada.
El ingeniero agrónomo puanense Mario Tranier señaló ayer que en el primer semestre llovió el 37,7% de la media histórica del período enero-junio, situación que --aseguró-- "es terrible para la producción agropecuaria, ya sea de granos o de pasto para los animales".
"Ya tenemos un defasaje de 230 milímetros respecto a la media histórica, aunque el problema es mucho más severo que en otras épocas porque venimos de años de sequía. El año pasado, por ejemplo, tuvimos 542 milímetros, contra 692 del promedio histórico", señaló Tranier.
En este contexto --dijo-- la superficie sembrada con trigo representa el 30% de lo esperado.
"Hoy no sabemos si se va a poder sembrar el 70% faltante. Hay personas que van a sembrar en seco, pero eso ni siquiera se puede contabilizar como siembra", enfatizó.
"Si no llega a llover, la siembra va a ser escasa. Una mayor certeza al respecto la tendremos a mediados de agosto, cuando vencerá el plazo para sembrar alguna variedad de ciclo corto de trigo o cebada cervecera", añadió.
En cuanto a los lotes sembrados, dijo que en algunos el trigo no está en condiciones de nacer.
"En otros, las plantas están naciendo porque tenían cierta cuota de humedad, pero su subsistencia estará definida por las lluvias que puedan llegar en las próximas semanas", dijo.
Hugo Laborde, jefe de cereales de la Cooperativa de Patagones (otro de los distritos muy comprometidos por la falta de agua), aseguró ayer que la falta de lluvias "influyó notablemente en la siembra de trigo".
"La mayoría de los productores no sembró trigo, si bien algunos se están arriesgando en estas últimas semanas a partir de los 30 milímetros que cayeron muy repartidos", sostuvo.
"En cuanto a lo que está sembrado, su nacimiento y desarrollo dependerá de que, entre ahora y septiembre, caigan no menos de 50 milímetros", agregó.
En cuanto a la posibilidad de sembrar trigos de ciclo corto, dijo que los costos son mayores, hecho que genera temor en una zona donde los rindes son limitados.
El ingeniero agrónomo Claudio Holzmann, asesor técnico de la firma Bertolami Cereales SA, de Coronel Suárez, señaló por su parte que se necesitan lluvias importantes no sólo para sembrar o lograr el nacimiento del cultivo por parte de quienes ya sembraron, sino "para tener reservas en el suelo".
El profesional indicó que, salvo en algunas zonas del distrito donde se han registrado algunas lluvias que mejoraron el perfil de humedad del suelo, los productores siguen esperando lluvias que les permitan sembrar cultivos finos.
"Este retraso nos permite prever que se achicará la superficie de cultivos finos, sobre todo de trigo. Aún no hay consideraciones con respecto a la cebada, el trigo candeal o la avena, ya que, de producirse registros importantes, todavía se está a tiempo de sembrar", explicó.
Esta retracción del trigo podría provocar, en esta zona, un avance del girasol en cuanto a superficie ocupada (hecho que no sucederá en gran parte del sudoeste bonaerense donde la siembra gruesa es casi imposible de efectuar).
"Es probable que el girasol y la soja ganen más terreno y que, en promedio, el maíz pierda espacio", explicó.
"En lo que respecta a la ganadería, el productor ha optado por achicar los rodeos tanto de cría, recría o engorde, debido a que la oferta forrajera es muy escasa. Los verdeos de invierno representan el 50% de lo correspondiente a un año normal, y eso en los mejores casos", agregó.
El profesional dijo que las reservas de rollos son bajas debido a que la campaña del año pasado también fue pobre, y señaló que algunos productores han optado por suplementar energéticamente con cebada.
"En los campos donde se trabaja con estrategias de silaje, la situación es un poco mejor", aclaró.
Registros de lluvias 2009 en puntos testigo
Ciudad Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Total
Patagones 62 27 0 0 5 6 11 111
Carhué 15 77 26 0 31 12 5 166
Cnel. Dorrego 46 73 77 19 29 18 6 225
Cnel. Pringles 27 47 105 20 29 4 0 232
Cnel. Suárez 24 72 36 33 42 3 2 212
Médanos 13 41 33 0 15 2 4 108
Pigüé 16 49 65 22 27 3 1 183
Tornquist 45 38 83 4 23 4 2 199
Tres Arroyos 38 28 131 23 42 74 12 348
Puan 16 39 42 9 31 0 0 137
Comparación entre las lluvias actuales y las históricas
Ciudad Media anual (mm) Actual (mm) %
Puan 700 137 19,5%
Médanos 550 108 19,5%
Tornquist 750 199 22%
Pigüé 800 183 23%
Cnel. Pringles 800 232 23%
Carhué 700 166 24%
Coronel Suárez 850 212 27%
Patagones 400 111 28%
Cnel. Dorrego 800 225 28%
Tres Arroyos 1.100 348 32%
LA SEQUIA NO DA RESPIRO
La superficie de siembra de trigo cayó un 25% en Dorrego
Entre el 20% y el 25% se redujo este año la superficie sembrada con trigo en el distrito de Coronel Dorrego, hecho provocado por lo que se considera una de las sequías más prolongadas que se recuerde.
Así lo indicó ayer el presidente de la Sociedad Rural dorreguense, Amaro Merino, quien aclaró que, al margen de las condiciones climáticas, los productores locales "no estaban demasiado interesados en sembrar trigo por la baja cotización del cereal en el mercado".
El dirigente señaló que, por ahora, los cultivos implantados tuvieron un nacimiento satisfactorio.
"Aún no podemos decir que tengamos problemas con el trigo sembrado, pero debemos estar muy atentos a lo que suceda con las lluvias de ahora en adelante. El cultivo tuvo humedad superficial suficiente para nacer, pero no sobró nada", explicó.
"Dependemos mucho de las lluvias de primavera para que el trigo continúe desarrollándose", continuó Merino.
Dijo que si se registran precipitaciones de unos 20 o 30 milímetros durante este mes y agosto, es probable que los lotes se mantengan en buenas condiciones, aunque a partir de septiembre se deberán presentar lluvias de entre 50 y 80 milímetros para lograr un normal desarrollo del cereal.
Estos objetivos parecen difíciles de cumplir para una zona en la que, durante el primer semestre del año, no cayeron más que unos 220 milímetros.
En cuanto a la producción ganadera en el distrito, Merino manifestó que está "seriamente afectada" porque no cayeron lluvias en el otoño y las reservas forrajeras son escasas.
"El pasto del invierno se hace en el otoño. En invierno, llueva o no, el pasto no crece por las heladas. Por lo tanto, la ganadería, que se encontraba en mal estado, sigue igual", resaltó el productor.
"En esta zona hubo una importante liquidación de hacienda, y los ganaderos que pudieron mantener su rodeo lo hicieron a fuerza de invertir en rollos y granos comprados en otras zonas", añadió.
"Insostenible"
En Coronel Pringles, especialistas en producción agropecuaria señalaron que la situación climática está pasando de estado crítico a "insostenible".
"En 2008 cayeron unos 450 milímetros, y en este 2009 cayó poco más de 230, por lo que el estrés hídrico llegó a niveles en los cuales las actividades agroganaderas son muy difíciles de sostener", afirmó Lisandro Matzkin, licenciado en Administración Agraria.
"Los productores han ensayado todas las alternativas posibles, como siembra directa, verdeos estacionales, reservas forrajeras y suplementos, así como una economía de agua al máximo, pero todo parece poco para sortear esta sequía que se hace eterna", sostuvo el profesional.
Según indicó, los meteorólogos más conocidos en el sector, como la licenciada Stella Carballo, integrante del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, manifiestan que el fenómeno de la niña estaría llegando a su fin.
"Se habla de la llegada de un fenómeno de características opuestas al actual, conocido como El Niño. Según Carballo, esto se dará a partir de septiembre, cuando las condiciones climáticas comenzarían a normalizarse", explicó Matzkin.
"El problema es que no habría cambios en las próximas semanas, por lo que la siembra de trigo será la menor de los últimos 100 años y, posiblemente, dependiendo de los rindes, sólo alcance el trigo para abastecer al mercado interno", especificó.
Matzkin agregó que las oleaginosas también están pasando por momentos de incertidumbre, aunque ello podría cambiar.
"Si llueve en primavera, esperamos tener una gran superficie con soja, en detrimento del maíz. En cuanto al girasol, va a depender de los incentivos que tengan los productores con respecto al precio", concluyó.
Comprometidos
La falta de lluvias en el partido de Adolfo Alsina también está comprometiendo seriamente los verdeos de invierno y la siembra de trigo, que se ha visto interrumpida, en forma momentánea, por al falta de agua.
El ingeniero agrónomo Aldo Ceccolini sostuvo que se precisan lluvias de 30 a 40 milímetros en los próximos 15 días.
"En el caso de que eso no pase, los lotes que están destinados a cereales de invierno pasarían a cultivos de verano", pronosticó.
El profesional sostuvo que la superficie sembrada en la actualidad es un 40% menor a la de la campaña pasada, y agregó que, en el distrito, las zonas más afectadas por la seca son San Miguel Arcángel, Colonia Lapin, Esteban A. Gascón y Rivera.
"Los pronósticos a mediano plazo son alentadores, pero la realidad, hoy, es lamentable", sentenció.
En Saavedra, las producciones están "al límite"
En la zona de influencia de Pigüé, si no llueven al menos 30 milímetros en los próximos días, será muy difícil que haya alguna perspectiva alentadora para la cosecha fina, cuya siembra se encuentra demorada.
"En el partido de Saavedra la siembra está mal. En una recorrida que hicimos la semana pasada detectamos entre 10 y 11 mil hectáreas sembradas, casi nada al lado de las 70 mil que se sembraron el año pasado o las 90 mil de épocas normales", manifestó el ingeniero agrónomo Jorge Couderc, de la oficina local del INTA.
El profesional dijo que, si se cuentan los lotes preparados para siembra, la superficie a sembrar será de unas 60 mil hectáreas, cifra que consideró como "no tan mala".
"Sin embargo, todo depende de que caigan lluvias razonablemente buenas en lo que queda del mes y hasta mediados de agosto; si no, la disminución del área sembrada será muy grande", agregó.
El profesional enfatizó que se está "al límite" en cuanto a tiempos, por lo que sólo una lluvias de 30 milímetros o más permitiría realizar la siembra.
"Después, por supuesto, debe seguir lloviendo, porque si no las perspectivas seguirán siendo poco alentadoras", agregó, al tiempo que estimó que, con condiciones climáticas mínimas, el productor local va a sembrar.
"El problema es simple: si no siembra, el chacarero local no tendrá posibilidades de tener ingreso alguno hasta 2010", explicó.
En cuanto a la ganadería, dijo que al sur y sudoeste del cordón serrano los campos están "absolutamente pelados" (con muy poca oferta forrajera).
"Los verdeos que se han implantado no han registrado una disminución tan grande en superficie, ya que están en el orden de las 25 mil hectáreas, contra 30 ó 35 mil que es lo normal, pero la producción es malísima", manifestó.
"Lo poco que hay es el residual de los verdeos de verano, ya que las pasturas y campos naturales están secos y sin volumen. Por eso en esta zona se ve muy poca hacienda libre: la poca que queda está encerrada, alimentándose con forraje comprado", agregó.
Al norte de las sierras, en tanto, el panorama es mejor, ya que hay --dijo-- "algún resto de rastrojo y cultivos de verano, pero los verdeos de inviernos también están muy malos".
"El panorama para la ganadería es casi terminal, porque en muchas zonas prácticamente no hay posibilidades de seguir sosteniendo la actividad", culminó.
Tres Arroyos
Las recientes precipitaciones y los pronósticos de una primavera lluviosa han provocado que Tres Arroyos sea el único distrito de la zona en el que hay signos de optimismo en el sector rural. Según indicó la ingeniera agrónoma Marisa Domenech, del INTA, durante la última semana de junio se registraron niveles de humedad aptos para la siembra. "Esta situación permite suponer que habrá posibilidades de aportar agua a los cultivos de ciclo corto. Asimismo, los pronósticos prevén una primavera llovedora, ideal para la siembra de granos gruesos", dijo.
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