El Schistosoma mansoni y el Schistosoma japonicum son los causantes de la esquistosomiasis, una enfermedad debilitante y mortal
La investigación -publicada en la revista Nature- está ayudando a encontrar nuevos tratamientos para la enfermedad que afecta a unos 200 millones de personas cada año y que provoca que unos 20 millones de personas queden gravemente discapacitadas por anemia severa, diarrea crónica, hemorragias internas y daños a los órganos.
Olvidada
La esquistosomiasis es una de las enfermedades tropicales olvidadas prevalente en varias partes de África, Asia y Sudámerica.
El gusano, que se propaga en el agua, puede penetrar la piel del ser humano y atacar órganos vitales.
El patógeno utiliza la corriente sanguínea humana para transportarse, depositando huevos en la vejiga o intestinos (las hembras pueden liberar varios miles de huevos cada día) provocando la formación de tejido conectivo adicional en esas regiones causando reacciones adversas del sistema inmune.
La esquistosomiasis afecta principalmente a las poblaciones más pobres que viven en áreas donde el agua está contaminada, y no hay sistemas básicos de salud. Y hasta ahora no hay medicamentos para prevenirla.
La secuenciación del genoma nos ha dado, por primera vez, una visión general de los motores que mueven al parásito y las estrategias que le permiten sobrevivir dentro de nosotros, su huésped humano. Esto es un catálogo de oportunidades - Dr.Najib El-Sayed.
Existen cinco especies de gusanos esquistosomas que afectan al ser humano. Pero tanto el S. mansoni como el S. japonicum atacan el intestino.
El avance, afirman los expertos, es una herramienta muy importante en la búsqueda de nuevos tratamientos para esta enfermedad.
Desde 1980, en las zonas donde la enfermedad es común se empezó a distribuir un fármaco barato llamado prazinquantel.
Pero aunque el medicamento es efectivo, no logra prevenir que la persona vuelva a infectarse. Y los expertos temen que los parásitos se vuelvan resistentes a este compuesto.
Los investigadores involucrados en el análisis del S. mansoni, basados en el Colegio de Ciencias Químicas y de la Vida de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, descubrieron que éste está formado por 11.809 genes, unas 10 veces más grande que el genoma del parásito de la malaria.
En particular, lograron identificar un número grande de genes que producen enzimas encargadas de descomponer proteínas, lo que da al parásito su capacidad para perforar tejidos.
Además, también lograron descubrir las redes metabólicas que son esenciales para la supervivencia del parásito, lo cual, dicen, está revelando áreas potencias de vulnerabilidad que pueden ser atacadas con nuevos fármacos.
Fármacos potenciales
"El logro de la secuenciación del genoma del S. mansoni es el primer paso importante en el desarrollo de los fármacos y vacunas que necesitamos urgentemente para combatir de forma efectiva la esquistosomiasis" afirma el doctor Peter Hotez, jefe del departamento de Microbiología, Inmunología y Medicina Tropical de la Universidad George Washington.
La esquistosomiasis es prevalente en regiones donde el agua está contaminada.
"Ésta es una de las enfermedades tropicales olvidadas más importantes. Tenemos evidencia que sugiere que este mal podría ser tan importante como otras enfermedades más conocidas como la malaria o el VIH, por el número de personas que afecta con infecciones crónicas y debilitantes" expresa el experto.
En la investigación, los científicos descubrieron que el S. mansoni carece de una enzima clave necesaria para producir grasas esenciales, y debido a esto tiene que depender de su huésped para obtenerlas.
Este hallazgo, dicen, revela un potencial "talón de Aquiles" que puede ser explotado para el desarrollo de nuevos fármacos.
Tal como informa el doctor Najib El-Sayed, quien dirigió la investigación, en análisis llevados a cabo posteriormente lograron identificar 66 medicamentos -que ya están disponibles en el mercado- y que podrían ser efectivos para combatir la esquistosomiasis.
"La secuenciación del genoma nos ha dado, por primera vez, una visión general de los motores que mueven al parásito y las estrategias que le permiten sobrevivir dentro de nosotros, su huésped humano" afirma el doctor El-Sayed.
"Esto es un catálogo de oportunidades" agrega el investigador.
En un estudio separado, científicos del Centro Nacional del Genoma Humano de China, lograron descifrar el genoma del S. japonicum, prevalente en el lejano Oriente.
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