El 10 de agosto, la Presidenta Michelle Bachelet llegará a Quito para asistir a la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.
A la cita también asistirá el Mandatario de Bolivia, Evo Morales, por lo que, de acuerdo a lo que han conversado las cancillerías de ambos países en semanas previas, sería una buena fecha para firmar el acuerdo sobre el Silala, sellado entre los vicecancilleres en La Paz la última semana de junio.
Sin embargo, dicen funcionarios bolivianos, no es seguro que dicho diseño pueda cumplirse. Esto, pues los términos que han trascendido del pacto han levantado fuertes críticas internas en Bolivia.
El argumento de los detractores, entre los que se encuentran comunidades de zonas cercanas al Silala y algunos ex cancilleres, es que el gobierno de Morales habría abandonado el criterio tradicional de ese país, en el sentido de que el Silala es un manantial propio. Ahora, dicen fuentes diplomáticas, el acuerdo diría que se trata de un curso hídrico "compartido". Además, La Paz habría aceptado que Chile dispusiera libremente del 50% de las aguas.
En ese contexto, la Cancillería boliviana pidió a Chile poder divulgar el acuerdo antes de su firma, para convencer a los críticos.
10 de agosto
es la reunión de Unasur en Quito, donde se pretende firmar el acuerdo por el Silala.
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