El miércoles pasado el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, ordenaba remover inmediatamente un tapón que obstruía en su totalidad el cauce principal del río Salado entre las Rutas Provinciales 77 y 13, en el noroeste santafesino. Lo hacía a través de una denuncia efectuada ante la Jefatura de Policía de Tostado.
La fuerza policial de la ciudad cabecera del departamento Nueve de Julio, rápidamente procedió a citar al productor que había taponado el cauce principal del río Salado para retener agua y suministrársela a los animales y lo instó a restituir las condiciones naturales.
Esto fue -en parte- cumplimentado el viernes con el retiro por parte de los involucrados, de la tierra que formaba el paredón. Trabajos estos que serán completados con maquinaria del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente que limpiarán el cauce extrayendo los palos y árboles utilizados para reforzar la obra ilegal, que todavía quedan en el lugar.
Al respecto, el ministro Antonio Ciancio remarcó el accionar policial. “La fuerza pública demostró celeridad en el procedimiento y esto lo debemos destacar, porque gracias a ello hoy podemos decir que el río Salado ha vuelto a su cauce”, dijo el funcionario.
También señaló que “la extracción de los palos y árboles que restan para finiquitar los trabajos será realizada en la semana”.
No descartamos, frente a la difícil situación que atraviesa el norte provincial, que además de este caso se intenten seguir realizando otras maniobras como ésta, para retener o desviar el agua, sin tener en cuenta las consecuencias que este procedimiento acarrea, puntualizó el ministro.
“Acá se debe entender que el recurso lo debemos cuidar entre todos y que el Estado, si bien durante muchos años estuvo ausente o sin reacción, ahora está presente monitoreando permanentemente este tipo de situaciones”, advirtió Ciancio.
De acuerdo con las estimaciones de los especialistas hídricos de la provincia, con el corte total del río Salado, los productores involucrados buscaban almacenar agua en una superficie que oscilaba las 800 hectáreas.
La improvisada obra no permitía el paso del vital elemento aguas abajo ocasionando serios problemas en la fauna y flora de los bañados de La Verdecita, ubicada en el punto tripartito de los tres departamentos lindantes (9 de Julio, Vera y San Cristóbal).
En este caso puntual, se había realizado un trabajo con palas de arrastre, tractores y retroexcavadoras.
Cabe recordar que en esta extensa zona, donde la sequía se hace sentir, el gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente ha entregado un total de 100 millones de litros de agua potable para consumo estrictamente humano.
El punto de conflicto
se situó entre las rutas provinciales 77 y 13, a unos 7 km al este de la primera y 23 km al oeste de la última vía de comunicación en una zona en la que lindan los departamentos San Cristóbal, 9 de Julio y Vera.
Esta construcción artificial era un enorme paredón de tierra de unos cuatro metros de altura que interrumpía el paso del agua en su totalidad, desviando el agua hacia su margen izquierda, y en donde en ningún momento se apreciaba su restitución hacia el cauce principal del río Salado.
En el lugar se observaba una diferencia de cota de pelo de agua entre aguas arriba del tapón y aguas debajo de la misma, de unos cuatro metros.
|
|
|