UNO DE los lugares más atractivos del sur bonaerense, desde el punto de vista turístico, ha venido sufriendo, en los últimos años, el serio problema de la escasez de agua. Villa Ventana, que no sólo ha despertado el interés de los residentes en la zona, sino, también, de familias de la Capital Federal y sus alrededores, que se han radicado allí para disfrutar de la placidez que no encontraban en sus sitios de origen, precisa contar, evidentemente, con servicios esenciales en pleno funcionamiento, a los efectos de consolidar su crecimiento.
LOS CONOCIDOS avatares que caracterizaron las dificultades por disponer de agua corriente incluyeron infinidad de reuniones, entrevistas con funcionarios locales y provinciales, protestas de los vecinos y soluciones de emergencia. En suma, persiste una carencia que es imperioso superar, tanto por la necesidad de atender los requerimientos de los pobladores estables como de los visitantes, cuyo número va en ascenso cada temporada. Es evidente que la sequía regional ha jugado una mala pasada a la villa, cuyos arroyos, Las Piedras y Belisario, se han convertido, directamente, en senderos de tierra. También quedaron desactivadas las tres perforaciones mediante las cuales se abastecía la cisterna.
ENTRE las novedades de los últimos días, se destaca la decisión de que el municipio de Tornquist asuma la responsabilidad de brindar la referida prestación, al menos en una primera etapa, sustituyendo a la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos, cuyos directivos resolvieron la disolución de la entidad, atento a las circunstancias, ya que sería imposible (juzgaron) ofrecer a los usuarios un elemento que ha desaparecido. En carpeta, figura la posibilidad de que, en el futuro, la comuna deje todo en manos de Aguas Bonaerenses SA.
DE MOMENTO, la Municipalidad se hará cargo de aquellas funciones y continuará la perforación que se viene realizando en El Pinar, con la finalidad de cubrir la demanda en lo inmediato. Al mismo tiempo, se avanzará en los estudios orientados a construir un acueducto que erradique de manera integral los problemas de la actualidad. Para ello, se trabaja con técnicos del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento y con profesionales de la Universidad Nacional del Sur.
EN MEDIO de la alarmante falta de precipitaciones (el caso del río Sauce Grande, que abastece desde Paso de las Piedras a Punta Alta y Bahía Blanca es el de mayor magnitud) que castiga a una amplia región, ciudades y pueblos viven la incertidumbre relacionada con el suministro de agua. Por lo tanto, resulta imperioso insistir en los estudios y en la planificación de las obras que permitan superar la crisis, atento a que la demanda sigue en ascenso. En el problema de Villa Ventana, a los requerimientos naturales, se añade el factor adicional que representa el movimiento turístico, del cual depende, considerablemente, el acontecer socioeconómico del lugar.
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