El nivel de arsénico en el agua de red que se consume en Villa María está todavía lejos de ser una certeza para los vecinos. Si bien el municipio llamó a última hora del viernes a una conferencia de prensa para informar que había recibido los resultados de las muestras de laboratorio tomadas en mayo, la falta de precisiones generó más dudas que tranquilidad. Ni siquiera todos los miembros de la comisión formada especialmente para analizar el tema pudieron acceder a los informes técnicos, según confió uno de ellos.
Recién hoy a las 17, volverá a reunirse esa comisión, integrada por el municipio, la cooperativa prestataria del servicio de agua, la UTN local, laboratorios privados y una organización ambientalista. "Los valores recibidos necesitan una valoración técnica del conjunto, por haberse utilizado distintas metodologías para su detección", argumentó el secretario de Gobierno, Héctor Muñoz, al postergar la difusión de los resultados finales.
Las 16 muestras enviadas a los laboratorios Ceprocor (de la Provincia) y Cequimap (de la UNC) no habrían arrojado los mismos números. De todos modos, desde el municipio se alcanzó a decir que "los valores recibidos son aceptados por la legislación provincial vigente", sosteniendo que "no superan los 0,05 miligramos de arsénico por litro de agua". Ese es el límite que fija la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia (ex Dipas), para considerarla potable.
Esa cifra no conforma a vecinos autoconvocados, quienes reclaman una adecuación al tope sugerido por la Organización Mundial de la Salud: 0,01 miligramo de arsénico por litro.
Mientras, el Código Alimentario Argentino, que rige a nivel nacional, establece que ese techo de 0,01 se debe alcanzar dentro de dos años.
"Si son conscientes, deberían tomar una medida lo antes posible", reclamó Liliana Natali, una integrante de los autoconvocados. Estos vecinos, que realizaron análisis por su cuenta y obtuvieron valores diferentes (más altos), volverán a reunirse para analizar la situación. Se quejaron de no haber sido participados de la reunión del viernes.
Al día siguiente, el subdirector municipal de Control Técnico de Alimentos, Jorge Rolando, dio a conocer mediciones de los últimos cuatro meses que dan entre 0,04 y 0,03 miligramos de arsénico por litro "con un error metodológico del 20 al 25 por ciento", aclaró en una entrevista por Radio Neo.
También aclaró que no es el municipio sino la Provincia "la que debe reformular la legislación para decir cual debe ser la cuota de arsénico máxima permitida como apta".
Semanas atrás, el bloque de legisladores provinciales de la UCR presentó un proyecto pidiendo a la Provincia que baje a 0,01 el tope de arsénico permitido en el agua de consumo. La razón central es el impacto en la salud que puede representar ese elemento.
Ese límite dejaría a muchas poblaciones y regiones de Córdoba con el dilema de que el agua que hoy consumen pasaría a no cumplir la exigencia mínima.