Aunque el cielo exhibió un panorama amenazante, el milimetraje registrado ayer en Sáenz Peña, sólo sirvió para humedecer las pasturas y apagar un poco la polvareda de los últimos días. Por la escasez de las precipitaciones, ni siquiera se puede hablar de una jornada venturosa para el sector agropecuario del Domo Central, considerando que la extensa sequía que azota a los campos del interior hace que se necesiten por lo menos alrededor de 150 milímetros y más.
Según el informe aportado por la estación meteorológica del Aeropuerto de Sáenz Peña, hasta las 15 de ayer, sólo se registraron 5 milímetros. Mientras que en planta urbana, las precipitaciones no excedieron la barrera de los 10 milímetros.
Pasado el mediodía se registró el chaparrón más fuerte de la jornada que incentivó aún más la posibilidad de que las lluvias continuaran, pero todo se diluyó, con el cambio de sentido del viento.
A días de iniciarse la campaña de siembra del girasol, los productores ven con desánimo cómo se escapa nuevamente la posibilidad de sembrar y obtener, a fines de campaña, resultados que le sean rentables al sector. Ya que la fecha límite para la siembra se acerca y la humedad de la tierra es casi nula.
Cambió el clima
Pasado el mediodía y ya con las primeras gotas, el viento comenzó a rotar hacia el Sur y provocó que muchos transeúntes se vieran obligados a recurrir a abrigos de paso. Porque la mañana se había presentado con temperaturas agradables y sobre todo, con mucha nubosidad.
Al cierre de esta edición, el servicio meteorológico nacional anticipaba que la nubosidad continuará en las localidades del interior, aunque no pronostica precipitaciones importantes. Las mejoras climáticas se esperan recién para fines de esta semana.
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