Un fuerte olor ácido, ardor de ojos, congestión nasal y náuseas fueron algunos de los síntomas que ayer sufrieron vecinos de La Granja luego de que en las primeras horas de la mañana detectaran en los desagües una sustancia similar al hidrocarburo. "Había un olor muy fuerte que incluso salía por las rejillas del baño, no es la primera vez que pasa y estamos preocupados por las consecuencias que puede tener en la salud si eso llega a ser un vuelco clandestino de residuos tóxicos", indicó María Laura Ramírez, de 139 entre 521 y 522.
En octubre del año pasado los vecinos ya habían denunciado la aparición de una considerable cantidad de hidrocarburos en las zanjas y afirmaron que el hecho que comprendía la calle 139 entre 520 y 524, tenía antecedentes e incluso motivó la intervención de la Policía Ecológica. En ese momento, el escurrimiento de las aguas hacia el arroyo El Gato había dejado un extenso tramo de los desagües con manchas aceitosas que llegaron a teñir el pasto de negro.
Por la tarde, los inspectores de Control Urbano recorrieron la zona, pero no pudieron constatar la presencia de las manchas denunciadas por los vecinos en ese sector. "Hay sitios en los que las zanjas están entubadas y es difícil comprobar la existencia del agente contaminante, aunque puede ser que alguien haya aprovechado la tormenta para arrojar desperdicios a los desagües y con el correr de las horas desaparecieron barridas por la lluvia y el viento", señaló Juan Malpeli, titular de la dependencia comunal.
Algunos frentistas recordaron que en la zona de 516 y 139 existió un galpón en el que se lavaban micros de larga distancia y desde el cual se habrían arrojado líquidos con hidrocarburos. El personal comunal inspeccionó el lugar y se constató el funcionamiento de un depósito que fue clausurado: "había botellas y de todo un poco, además una empresa mudadora guarda los camiones ahí, pero no se comprobó que se haya arrojado ninguna sustancia tóxica", sostuvo Malpeli.
En 2007 autoridades municipales y la dirección provincial de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas clausuró el depósito de camiones porque se descubrió un piletón de ocho metros cuadrados lleno de residuos y agua mezclada con hidrocarburos pesados y un tanque con dos mil litros de fuel oil. "En esta oportunidad no se encontró nada de eso, pero tampoco tenían la habilitación de la Municipalidad", dijo el funcionario.
Se evaluó que las precipitaciones pueden haber limpiado cualquier agente arrojado a las zanjas y desagües y se le pidió a los vecinos que ante la presencia de algún elemento sospechoso se comuniquen con Control Urbano.
RECURRENTE
Cada vez que llueve intensamente, los vecinos de la calle 139 desde 520 hasta 524 sufren las consecuencias de los vuelcos clandestinos de algún derivado del hidrocarburo. “Las autoridades competentes deberían hacer algo de una buena vez”, coincidieron. |
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