Las tormentas se convirtieron en una amenaza para los vecinos de San José en el partido de Almirante Brown, quienes lejos de resignarse a tener sus pertenencias bajo el agua cada vez que llueve, reclamaron mejoras hídricas y el asfalto de la calle San Juan, para paliar la situación. En ese sentido, Info Región recorrió uno de los barrios más afectados por el temporal y dialogó con los residentes de la zona sobre “el día después”.
El barro y la suciedad en las calles se convirtieron en una combinación alarmante después de la lluvia, ya que representan focos infecciosos para quienes viven allí.
“Cada vez que se nubla el cielo temblamos, porque nos inundamos cuando caen dos gotas; pero después que pasa la tormenta quedamos tapados por el barro y las calles se tornan intransitables”, coincidieron los vecinos, en diálogo con este medio.
El reclamo central de los contribuyentes recae en la necesidad de pavimentar la intersección de las calles San Juan y Alvear, ya que consideran que el desnivel entre las arterias ocasiona las inundaciones.
“Una de las calles está asfaltada, pero la otra no. Entonces se produce un desnivel de más de 60 centímetros entre las arterias y, quienes vivimos sobre Alvear, terminamos inundándonos. Este problema lo tenemos desde hace años y cada vez que llueve terminamos con el agua dentro de las casas, es terrible”, señaló Ángel Alcides, que vive en la cuadra. Y agregó: “El líquido baja lentamente, pero los residuos, las bolsas y mugre de todo el barrio terminan en esta calle. San Juan pertenece tanto a Lomas de Zamora como a Almirante Brown, pero ninguno de los dos municipios se hace cargo”.
Por otro lado, los damnificados aseguran que presentaron firmas y realizaron diversas denuncias ante ambas municipalidades, aunque sostienen no haber obtenido “una respuesta positiva”.
“Juntamos una gran cantidad de firmas, hicimos el reclamo formal, pero jamás nos escucharon. Pago 450 pesos anuales del impuesto de alumbrado, barrido y limpieza, aunque no obtengo ese beneficio. Tan sólo tendrían que asfaltar tres cuadras y los vecinos estamos dispuestos a pagar por el trabajo, falta la decisión política de hacerlo”, resaltó Sara Miño.
En tanto, Ana Kiriczuk manifestó: “El barro, la basura y los desechos de las cloacas los tenemos que limpiar los mismos vecinos, porque el barrendero es una figura inexistente. El foco infeccioso con el que tenemos que convivir es peligroso”.
Además, muchos decidieron tomar medidas alternativas y colocaron compuertas frente a sus casas, con el objetivo de “frenar el agua”.
“Todos tenemos compuertas y pusimos bolsas de arena para frenar el agua, pero muchas veces eso no funciona. No es necesaria una inversión tan grande para asfaltar la calle y solucionar el problema, pero pareciera que a las autoridades eso no les importa. No podemos salir de nuestras casas y quedamos totalmente aislados, necesitamos una solución urgente”, concluyó Margarita Arlecuna.
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