En una reunión que compartieron para enfrentar la severa crisis hídrica que acecha a Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia, junto con autoridades municipales y de cooperativas prestatarias del servicio de agua potable delinearon una serie de acciones para afrontar un escenario de emergencia extrema en los próximos meses.
En este sentido, el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, manifestó que con el déficit de precipitaciones y el aumento de consumo se prevé para diciembre próximo una bajante del dique La Quebrada de 11 metros, por lo que se planteó ante autoridades provinciales la necesidad de ejecutar y acelerar en plazo inmediato obras que permitan mitigar las urgencias actuales.
En marzo de 2005 el embalse llegó a registrar su peor bajante, que fue de 9,45 metros, por lo que el estado de alerta en esta oportunidad es más acuciante.
En tal sentido, se convino con la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia la agilización de las obras de recuperación del agua de lavado de filtros de la planta potabilizadora de La Quebrada, el mejoramiento del funcionamiento de todo el acueducto que abastece a Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza, un programa de abastecimiento general de agua al barrio de Cabana y la exploración de tres nuevas fuentes alternativas en Río Ceballos.
Además, el titular del organismo provincial, Jorge Massí, se comprometió a resolver en agosto la asignación de cupos de agua para cada localidad a partir de la finalización de la obra de ampliación y remodelación de la planta potabilizadora de La Calera.
Al respecto, el funcionario provincial adelantó que la obra presenta un avance del 55 por ciento y que podría estar finalizada en diciembre próximo, aunque en octubre ya se podría habilitar una cisterna y filtros rápidos para el tratamiento del agua que se obtiene del dique San Roque, lo que permitiría acumular agua potable y que serviría para abastecer del recurso a La Calera, Saldán, Villa Allende, Mendiolaza y a un 60 por ciento de Unquillo.
A su vez, Massí informó que el Gobierno provincial avanzará en un plan para regularizar la instalación de medidores domiciliarios en La Calera, para tratar de equipararla al resto de las localidades del sistema, y evitar que se sigan registrando importantes pérdidas de agua por falta de control.
Por su parte, el intendente de Unquillo, Germán Jalil, aclaró que varias de las obras proyectadas se ejecutarán con aportes gestionados en conjunto con organismos del Gobierno nacional. Entretanto las autoridades y prestatarias del servicio descartaron la posibilidad inmediata de restringir el suministro o implementar cortes programados de agua en el corto plazo, aunque explicitaron que sostendrán un monitoreo minucioso del consumo.
Preocupante realidad en un contexto de emergencia
El agravamiento de la situación hídrica de Sierras Chicas por la bajante del dique La Quebrada se hace más preocupante que en otras ocasiones debido a la situación general de la Provincia. El jueves, la Subsecretaría de Recursos Hídricos declaró el alerta amarilla para todas las localidades que se abastecen de los embalses San Roque y Los Molinos debido a que el promedio de lluvias para esta época del año apenas supera a la mitad del histórico.
En las localidades de Sierras Chicas que dependen del dique La Quebrada, la situación de emergencia hídrica nunca fue superada, desde la crisis del año 2005. La gran esperanza para Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza es la construcción del acueducto que permitirá el trasvasamiento de esa cuenca con la del dique San Roque: ese ducto, sumado a la ampliación de la planta potabilizadora de La Calera promete paliar con agua proveniente de Punilla la carencia de las Sierras Chicas.
Pese a que esas obras avanzan a buen ritmo, ahora la bajante del San Roque es también un factor de preocupación en Sierras Chicas. Ese dique se encuentra en su nivel más bajo de los últimos cinco años para el mes de julio: algo menos de 32 metros, cuando lo normal son 33 metros.
Para no derrochar
La Fundación Wachay recordó medidas prácticas para no derrochar agua:
Cerrar el grifo en el momento de lavarse los dientes puede ahorrar hasta 10 litros. Si usted decide hacer lo mismo todos los días, durante un año, habrá ahorrado casi 14 mil litros, equivalentes a un camión cisterna lleno.
Dúchese en vez de bañarse, se ahorrará 150 litros.
Arregle con urgencia las roturas en canillas y cañerías. Una gota por segundo se convierte en 30 litros al día. Un agujero de 2 mm en un caño desperdicia hasta 3.200 litros de agua en un día, lo que usa para beber una familia durante 13 meses.
Instale canillas monocomando, ahorran un 50 por ciento del consumo y no gotean.
Riegue al anochecer para evitar pérdidas por evaporación
Use el lavarropas y el lavavajillas con la carga completa.
Use siempre un recipiente para lavar los platos: si lo hace durante 15 minutos con una canilla abierta gastará 240 litros de agua. Si solamente cinco familias adoptaran ese método por 20 años, el agua ahorrada llegaría a 17,5 millones de litros, lo que sirve para saciar la sed de casi nueve millones de personas por día.
Coloque difusores y demás mecanismos de ahorro en los grifos, gracias a la presión aprovechará mejor el agua que consume.
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