Los chaqueños, y en especial los habitantes del sudoeste, enfrentaron en su historia varias y devastadoras sequías. Todavía está grabado en la memoria de muchos charatenses el éxodo de habitantes de la década del ’60; muchos de los cuales pululan hoy los barrios de Buenos Aires o Rosario.
Con ese recuerdo aún latente, la población afronta nuevamente una seca histórica, que no sólo genera inquietud en la actividad agropecuaria, sino también en el día a día de todos los ciudadanos.
Es que la lluvia en cantidad no se hace presente desde hace ya varios meses y la acumulación de ese líquido es vital para beber e higienizarse en las ciudades del sudoeste que no tienen agua potable.
Es de esperar que la prevención para evitar los “momentos críticos” que se avecinan pueda minimizar y mantener alerta a la población, ya que se están manifestando múltiples enfermedades intestinales y otras derivadas de la pésima calidad del vital elemento que se consume.
Hasta el momento, varios pozos son los que proveen con agua a la población particular, con un costo que oscila entre 60 y 80 pesos para los 7 mil litros. Sin embargo, los vendedores están dando turnos cada vez más espaciosos para llevar a los domicilios los pedidos de agua porque las vertientes naturales se están secando. En este marco, es posible que las 35 mil almas de la ciudad comiencen a reclamar a sus autoridades más acción al respecto.
Se espera que las autoridades no se tiren la pelota una a otras y tengan ya un plan estratégico y un plan “B” alternativo para la contingencia.
Piden asistencia a la APA
El intendente Miguel Tejedor pidió al gobierno provincial, a través de la Administración Provincial del Agua (APA), la llegada del vital elemento para asistir a la población afectada por la sequía. Los pozos de escasa profundidad y aljibes están casi secos, y la municipalidad acusa graves problemas para asistir a todas las familias que demandan agua en los barrios más alejados. Los reservorios municipales también están seriamente golpeados por la seca.
Entre algunos pedidos cursados por la intendencia, Tejedor recordó que la comuna pidió la llegada de asistencia para paliar la grave y angustiante sequía que vive la población. Por eso, fue cursada una nota para que la APA envíe el vital elemento.
“Los pozos de escasa profundidad están secos y algunos aljibes también. Estamos teniendo problemas graves de provisión de agua a la comunidad y por eso esperamos que la APA nos responda pronto para darle respuestas a la gente que nos solicita el agua potable”, remarcó el intendente.
“Hasta hace poco, había un camión que realizaba tres viajes por día, de 30 mil litros, desde San Bernardo. Pero ahora desapareció”, anotó el intendente.
Al respecto, recordó que el municipio adaptó especialmente una cisterna de 300 mil litros, para depositar ahí el agua recibida, y luego distribuirla en los barrios. “Con 10 camiones de 30 mil litros podríamos mantener la planta de ósmosis inversa que reparamos, y así tener esos 300 mil litros de agua potable para distribuir a la gente”, señaló el jefe comunal.
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