En la reunión convocada para hoy en Colonia La Merced, podría comenzar a vislumbrarse un principio de acuerdo a los efectos de conseguir un objetivo largamente perseguido por los productores hortícolas del sector: el ordenamiento en la distribución del agua del Sauce Chico, imprescindible para la continuidad de sus actividades. Estarán presentes funcionarios de los municipios de Villarino y Bahía Blanca, miembros del comité de cuenca y los mismos horticultores, primeros interesados en encontrar las soluciones más efectivas.
LAMENTABLEMENTE, en los últimos años, ha disminuido a unos 50 el número de productores en aquella zona, donde ocupan alrededor de 250 hectáreas. Su aporte es esencial para el abastecimiento de productos del ramo a los consumidores de Bahía Blanca y alrededores. Sin embargo, su labor cotidiana se ha visto afectada por circunstancias determinantes, como la irregular disponibilidad de agua a fin de regar sus predios, a modo de aporte complementario, pero importante, cuando la lluvia no es suficiente.
POR LO tanto, se considera imperioso efectuar un relevamiento de la situación de cada uno de los productores y elaborar un plan de obras que se propondrá a la Autoridad del Agua de la provincia de Buenos Aires. No puede menos que decirse que está en juego la estabilidad de aquellos pequeños empresarios y sus respectivas familias. En la última campaña, según cálculos de especialistas, las pérdidas sumaron aproximadamente 2.500.000 pesos, que los trabajadores no se encuentran en condiciones de volver a soportar.
YA TECNICOS de la Universidad Nacional del Sur elaboraron un estudio técnico relacionado con la sistematización del Sauce Chico, que llegó a manos de funcionarios del Consejo Federal de Inversiones, a los efectos de establecer su factibilidad. Por cierto, el gobierno bonaerense también debe adoptar medidas decisivas para llevar adelante las obras que se proyecten, destinadas a aportar un orden que no ha existido hasta el presente.
EN OTRAS oportunidades, desde estas columnas, nos hemos ocupado de la inquietud de los productores del sector referida a la construcción de un partidor en La Horqueta, como medio de garantizar la provisión de agua a los lotes donde funcionan sus explotaciones. A modo de solución precaria, a veces de corta duración, los propios afectados realizaban un pequeño remedo de dique con la colocación de bolsas con tierra y otros elementos, que eran arrastrados por el agua apenas la corriente adquiría cierta fuerza.
ES FACIL deducir, por lo tanto, que, en tales condiciones, no puede garantizarse el funcionamiento de un sector económico que abastece a los consumidores locales y lleva años en su quehacer. Los especialistas consideran que, si se pudiese materializar un adecuado ordenamiento en el uso del agua del Sauce Chico, a través de las obras necesarias (que no serían de extraordinarias inversiones), la producción podría triplicarse, por lo menos, con el consiguiente beneficio para los horticultores y también para el público, que podría disponer sin trabas de los alimentos provenientes de esa zona.
La cuenca del Sauce Chico necesita un ordenamiento en el uso del agua para regar los predios dedicados a la horticultura, desde donde se abastece a nuestra ciudad y alrededores. |
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