Es, por sobre todas, la obra pública emblemática de cómo se llevó adelante la relación entre la Provincia y la Nación en estos últimos años.
A tres años de que el entonces presidente Néstor Kirchner anunciara la construcción de Portezuelo del Viento, esta megaobra energética del Sur provincial todavía está a la mitad del desarrollo de su proyecto ejecutivo.
En agosto del 2006, en una visita a San Rafael, Kirchner firmó con Julio Cobos el controvertido arreglo extrajudicial por el cual la Provincia levantaba una demanda de $1.000 millones a cambio de que la Nación aportara esa misma plata en el plazo de seis años, en los cuales debería haberse hecho y terminado la presa.
Treinta y seis meses después, de los $395 millones que deberían haber ingresado a la Provincia sólo fueron aportados $7.100.000. Y de la promesa K de que en el 2007 se iban a comenzar los trabajos, ahora el “plazo deseable” de inicio de la construcción está fijado para fines del 2010 y la terminación está pautada para cuatro años después.
El Ministerio de Infraestructura confirmó que Portezuelo está aún en la etapa de desarrollo de su proyecto ejecutivo. Éste está a cargo de la UTE Inconas-Ingetec-Lande por un costo de $18 millones y los trabajos deberían estar terminados en agosto próximo. Sin embargo, por diversos motivos, ese plazo se estiró hasta marzo o abril del año que viene.
Pero el Gobierno no atribuye las demoras a la falta de fondos, y sostiene que el convenio entre la Nación y la Provincia nunca existió como se dijo en su momento.
Qué fue lo que pasó
Portezuelo del Viento es un dique del que se habla en Mendoza desde 1911. Su importancia está basada en un dato: con relación a la energía que generará, será cuatro veces más grande que Potrerillos y aportará el equivalente al 25% del consumo eléctrico de la provincia. El embalse de la nueva presa sobre el Río Grande podría llegar a tener 38 kilómetros de largo (Potrerillos tiene unos 12 kilómetros).
Fue Cobos quien dijo que finalmente la obra se haría, luego de firmar en agosto del 2006 el recordado “arreglo extrajudicial” con el Gobierno nacional. De allí en más pasó de todo.
A cambio del acuerdo, el Gobierno nacional aportaría en un plazo de cinco años esa misma plata para construir la presa. Ese acuerdo quedó refrendado en una ley (Nº7.708) de la Legislatura. El entonces gobernador avanzó a pesar de que se conocía una instancia clave en ese juicio. Quien era procurador de la Corte en el 2003, el mendocino Nicolás Becerra, falló de manera favorable a los reclamos de Mendoza, con lo que la provincia estaba en óptimas condiciones jurídicas para ganar.
¿Qué sucedió después? Cobos firmó el 27 de noviembre del 2007, a poco menos de un mes de irse del poder, otro convenio con el Ministerio de Planificación a través del cual modificaba el arreglo anterior y ratificaba que Portezuelo se iba a construir bajo las normativas que establece la cartera que conducía en aquel entonces y también hoy Julio De Vido.
Ese nuevo convenio fijó que la plata a la Provincia iba a llegar a medida de que la obra avanzara. Y no como parte de un goteo anual de aproximadamente $150 millones en promedio. Un dato importante: el convenio original nunca se homologó ante la Corte nacional.
Mario Pombo, subsecretario de Obras Públicas, defiende lo que se hizo hasta aquí. “La Nación está cumpliendo, pero en base a lo que realmente está firmado, no a lo que se dijo en su momento que se firmó”.
Antes y después de todo esto, la obra pasó por varias etapas de discusiones, nuevas series de promesas e investigaciones legislativas fallidas. La última promesa se escuchó en diciembre, cuando Cristina Kirchner anunció Portezuelo entre las obras que se harán con fondos de la ANSES.
“Gobernador Cobos: tenga la plena seguridad de que la obra Portezuelo del Viento será una realidad y vamos a estar empezándola, si Dios quiere, el año próximo”, afirmaba De Vido en mayo del 2006 en una visita que hacía a Malargüe. Tres años después, habrá que seguir esperando.
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