El mandatario se expresó de ese modo en ocasión de una gira realizada este fin de semana por la zona norte de la provincia para visitar una serie de emprendimientos que se lleva a cabo con el propósito de represar las aguas desbordadas del Pilcomayo que se canalizan a través del bañado La Estrella y derivan hacia áreas clave que han recuperado las expectativas de crecimiento económico y social con la disponibilidad del rico recurso durante los 365 días del año.
Insfrán comentó que parte de esa grata realidad es comprobar como el riacho El Porteño aparece con agua escurriendo los 365 días del año y que esos aportes permiten que se esté encarando la reactivación del riacho He Hé que con la utilización del riego que promoverá una verdadera revolución productiva en la zona.
Destacó que las primeras experiencias demostraron que los pequeños productores se han entusiasmado con los equipos adaptados a sus actividades y que serán financiados a través de líneas de créditos creadas a través del FONFIPRO a tasa bonificada que no solamente les brindará la garantía del agua sino también conseguir la posibilidad de ser competitivos al aprender prácticas sobre manejo que aumentan la calidad de la producción, sobre todo de la bananera.
El gobernador señaló que esa recuperación de ambos cursos de agua para el consumo humano y la productividad es consecuencia de una obra planificada convenientemente como es la hidrovial de la ruta 28 que permitió generar un cuadrante limitado por esa vía, las rutas 11, 86 y 81 -con vértices en Las Lomitas, posta Cambio Salazar, Formosa y Clorinda- que en sus 30.000 kilómetros cuadrados de superficie se ven beneficiados con el vital elemento.
Aguarda que los formoseños en general y los productores en particular midan con la intensidad y la frecuencia que significan esas obras para todo este cuadrante gigantesco que recibe agua en el río del Norte, El Porteño y el He Hé que han demostrado su beneficio en ocasión de la terrible sequía que ha sufrido gran parte del país y fundamentalmente la región nordeste, no obstante lo cual Formosa no sufrió el efecto devastador de esa emergencia.
Insfrán reconoce, sin embargo, que quedan obras por hacer y productores por concienciar porque hay que optimizar el uso del agua, aprender a administrar responsablemente su uso y sobre todo darle utilidad en emprendimientos productivos que no solamente se reduzcan a los beneficios primarios sino que permitan aumentar la oferta de trabajo con la instalación de las plantas industriales en las propias áreas de cultivo.
Además, y en lo que tiene una connotación ligada a la filosofía del modelo formoseño y al plan estratégico Formosa 2015, dijo que todavía hay que seguir peleando porque hay que seguir juntando el agua, en una clara alusión a las audiencias públicas que se deben sortear para ajustarse a la ley en la ejecución de emprendimientos que una minoría entorpece como ha ocurrido con la obra hidrovial de la ruta 28 que ha permitido llevar los beneficios del agua a casi 30.000 kilómetros cuadrados, es decir a casi un 40% de la superficie total del territorio.
El gobernador calificó como imprescindible a la ejecución de la presa y embalse de la laguna La Salada y entiende que ello implica una gran lucha porque los mismos sectores que pretendían paralizar la obra de la ruta 28 vienen trabajando desde hace rato para impedir que se lleve a cabo.
"Son las máquinas de impedir. Pero no tenemos que dejarnos vencer por ese tipo de políticas ya que esa obra se tiene que hacer con la voluntad, la participación y el convencimiento de cada uno de los formoseños", resaltó.
Invitó a prestar atención al funcionamiento de los novedosos sistemas de riego por goteo que se están exhibiendo en la zona ya que su utilización viene a producir un salto de calidad, un proceso revolucionario y un cambio en serio en la producción, fundamentalmente porque tornará previsible la producción bananera y le permitirá ganar en calidad.
En ese sentido resaltó que para que ese proceso sea exitoso se cuenta también con el sostén científico y tecnológico de los CEDEVA- sobre todo del instalado en Misión Tacaaglé dotado de tecnología de punta para promover la expansión frutihortícola- del IPAF del INTA en Naineck que es el único en su tipo en el país por sus características y el Instituto Universitario Formoseño que será un modelo para la región porque allí se habrán de formar hombres y mujeres que van a hacer realidad la modernización del campo para contar con materia prima que llevará a pensar en la industrialización para darle mayor valor agregado que en definitiva significa crear empleos y trabajo para la gente.
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