Vecinos del barrio Unimev, de Guaymallén, fueron sorprendidos ayer al mediodía por una postal poco agradable: líquidos y residuos cloacales avanzaron sin dar aviso sobre las casas, luego de que colapsara una colectora.
Durante la tarde, Obras Sanitarias Mendoza envió personal de una empresa de limpieza para que sacara la materia fecal y la orina. Después de realizar la inspección, desde esa dependencia dijeron que encontraron bolsas, grasa y trapos, entre otros elementos externos que tapaban la red cloacal.
Por su parte, quienes habitan en Adolfo Calle al 3200 denunciaron un retraso de más de dos horas en las soluciones y la pérdida tanto de materiales de trabajo como de alimentos.
Dijeron que se debe “al mal mantenimiento de las cloacas” y sostienen que la situación se repite desde hace más de 15 años. Esta opinión contrastó con las razones dadas por las autoridades de Obras Sanitarias, quienes entendieron que “en muchas zonas se hace un mal uso del sistema. Hay personas que pasan y levantan la tapa de la alcantarilla para tirar basura”.
A Alberto Amer, un verdulero de la zona, el derrame de suciedad lo obligó a deshacerse de al menos cuatro cajones de frutas y verduras. “No nos dio tiempo a nada. Desde el desagote del baño comenzó a salir un chorro de agua marrón que en poco tiempo cubrió los pisos de mi negocio y llegó hasta la vereda”, le contó el hombre a UNO.
Un centro médico privado tuvo que posponer unos 50 turnos dados para el día, porque el líquido sucio no sólo inundó los consultorios, sino que también arruinó materiales de enfermería y medicamentos. El olor nauseabundo se sentía desde la puerta de ingreso al domicilio de Elena Ancutza, quien explicó: “Es gravísimo que durante más de dos horas hayamos tenido que soportar esto, que en definitiva es un foco infeccioso”.
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