Trabajadores hidráulicos del occidente cubano intensifican hoy labores de reparación en varias obras de ese sector con el objetivo de dejarlas listas para el período de lluvias.
Los esfuerzos de los obreros se centran en la restauración de 13 presas, tres canales magistrales y una derivadora, que fueron afectados por los huracanes Gustav y Ike el año pasado, precisa el diario Granma.
De acuerdo con cifras oficiales, esos meteoros y el nombrado Paloma causaron pérdidas materiales a la economía cubana valoradas en unos 10 mil millones de dólares.
Aunque los embalses de Pinar del Río poseen una alta seguridad, el embate de ese tipo de fenómenos provoca daños que de no corregirse los habrían dejado muy expuestos, explicó Eduardo Lóriga, al frente de la empresa de aprovechamiento hidráulico en el territorio.
En su opinión, la acumulación de un evento sobre otro crea la posibilidad de afectaciones más serias aún, que incluso podrían poner en peligro la integridad de las obras.
Ese es el caso, indica el diario, de las presas Buena Vista, El Petate y El Junco, en los respectivos municipios de Bahía Honda, Consolación del Sur y Viñales, donde las acciones de aseguramiento constituyen un alivio para los habitantes de las comunidades ubicadas aguas abajo.
La infraestructura hidráulica de Pinar del Río incluye 31 embalses y cientos de kilómetros de canales construidos con el propósito de aprovechar el agua para los cultivos y proteger asentamientos poblacionales. |
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