Socios brasileños de dos de los cuatro grupos que se presentaron a licitación para construir y operar la presa Chihuido I, cuyos sobres se abrirán hoy, le comunicaron al gobierno neuquino que cuentan con financiamiento privado para la obra. No trascendió la cifra exacta de los préstamos, que son bancarios; sólo que son por montos superiores a los 500.000.000 de dólares.
Los ganadores del proceso se conocerán hoy, durante un acto en convocado en el Espacio Duam al mediodía. Las propuestas técnicas se presentaron el 11 de junio. Los cuatro grupos que se presentaron y calificaron son:
Benito Roggio, Corsán, Esuco y Súpercemento.
Electroingeniería, OAS, CTC e Hidrocuyo.
Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa).
Cartellone, Odebrecht.

Las condiciones del proceso establecen que se quedará con la construcción y operación de la presa, ubicada sobre el río Neuquén, el grupo que ofrezca mayor financiamiento propio (lo que reste lo pondrá el Estado nacional, a través de la Anses), el que menor plazo de concesión pida, el que establezca el precio más bajo por la energía que generará y que menos beneficios fiscales reclame.
Las constructoras OAS y Odebrecht, ambas de origen brasileño, le comunicaron al gobierno de Jorge Sapag, por separado, que un banco de ese país está dispuesto a financiar el proyecto en casa de alzarse con la adjudicación, con un monto superior a los 500.000.000 de dólares.
El portavoz del gobierno neuquino que adelantó esta noticia no lo precisó, pero el financista sería el Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes). La incertidumbre durará poco porque las propuestas tomarán hoy estado público con la apertura de sobres, Desde el 11 de junio hasta ahora los grupos que calificaron en el proceso pudieron mejorar su oferta, pero sin conocer las de los otros participantes. Al parecer, el ofrecimiento de este financiamiento fue una de las inclusiones de esta etapa.
OAS además tiene como socia a Electroingeniería, señalada como una firma de relaciones con el kirchnerismo.
Un financiamiento como el que proponen estas empresa equivaldría a la mitad del emprendimiento, que tiene un costo global de unos 1.000 millones de dólares. El proyecto es más amplio que la construcción de la presa propiamente dicha porque es preciso reubicar poblaciones, construir caminos y tender los conductos de alta tensión para interconectar la central a la red nacional.