La municipalidad de Neuquén denunciará ante la Justicia al Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) por los desbordes cloacales que desde el lunes mantienen anegadas varias manzanas del barrio Confluencia. Ayer la comuna estuvo a punto de evacuar a varias de las familias más afectadas a raíz de que el colapso del sistema cloacal hiciera que las aguas servidas brotaran por los inodoros y rejillas de las viviendas.
"Estamos armando un recurso de amparo en contra del EPAS porque ya agotamos todas las vías posibles de acción y no podemos dejar que estos vecinos sigan viviendo en la terrible situación en la que están", aseguró el subsecretario de Servicios Urbanos del municipio, Julián Villar. El funcionario destacó que "los líquidos cloacales siguen brotando e inundando las calles y veredas y vamos a tener que hacer una barricada para evitar que ingresen en una vivienda de Boer y Correntoso".
Villar detalló que "estuvimos hablando con los vecinos y vimos cómo los líquidos vuelven por los inodoros y rejillas hacia el interior de las casas".
De a cuerdo a la información recabada por el municipio desde el lunes la planta de tratamiento de los líquidos cloacales de casi toda la ciudad está colapsada y trabaja en retroceso generando desbordes en las bocas de inspección de varias calles e incluso en el interior de las viviendas.
Mientras ayer la comuna debió cortar el tránsito en las calles Boer y Correntoso por estar totalmente anegadas de materias cloacales, los intentos por dialogar con las autoridades del EPAS fueron en vano y no se obtuvo ningún tipo de explicación a lo que sucede en al menos dos barrios del sur: Confluencia y Belgrano.
"Ayer ya labramos un acta de infracción contra el EPAS pero no sirve de mucho porque no sólo ya hemos labrado unas treinta en lo que va del año, sino que cada vez se agrava más la situación y no tenemos de parte de las autoridades del EPAS las respuestas que se merecen estas situaciones tan graves", destacó Villar y agregó que "el amparo que vamos a presentar es en resguardo de los niños, las familias y los usuarios que no pueden salir de sus casas y que desde hace un tiempo tienen que convivir con el olor insoportable que generan las aguas servidas en las calles".