¿Cuánto arsénico en el agua pueden tomar los cordobeses sin temer que el consumo a largo plazo afecte su salud? La pregunta es clave en media provincia: el sur y casi todo el este cordobés presentan altos contenidos de ese elemento en sus napas de agua.
El límite tolerable de arsénico en el agua para consumo humano empieza a estar en discusión. En Córdoba, la norma vigente establece que no debe superar los 0,05 miligramos por litro. Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido como límite aconsejable el de 0,01 miligramo, mientras que el Gobierno nacional modificó en 2007 el Código Alimentario, estableciendo que en todo el país y a partir del año 2012 deberá regir ese tope del 0,01.
¿Podrán las amplias regiones de Córdoba con más presencia natural de arsénico bajar a ese nivel?, ¿cómo harán las ciudades y pueblos que ya hoy están sobre el límite de los 0,05?, ¿se está preparando la Provincia para eso?
Aunque es un tema del que hoy casi no se habla, pronto podría estar en el centro del debate, para el más esencial de los servicios públicos.
Dudas para el debate. En la Legislatura cordobesa, un proyecto de ley presentado por el bloque de la UCR propone que esta provincia modifique ya su criterio, sin esperar hasta el año 2012, y defina en 0,01 el límite tolerable de arsénico para considerar potable el agua y evitar de ese modo riesgos sanitarios a la población.
En el Gobierno provincial no piensan lo mismo. Jorge Masih, subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia, señaló a La Voz del Interior que, junto a reparticiones similares de otras provincias, gestionarán que la Nación revise esa norma que impone a partir del año 2012 el límite en 0,01 miligramos por litro.
Precisamente para eso, mañana se reunirán en la ciudad de Córdoba los responsables de las áreas de gobierno vinculadas con el agua de varias provincias argentinas. "Estamos armando una serie de índices de referencia para que se haga un buen estudio epidemiológico a nivel nacional que corrobore con más precisión si ese valor de 0,01 se justifica o no", señaló Masih sobre lo que se tratará en ese encuentro.
Según el funcionario cordobés, ninguna provincia argentina adoptó hasta ahora el tope de 0,01: "Todas, aun las que no tienen problemas de arsénico, mantienen el criterio del 0,05".
Justificaciones
Masih no cree que se justifique bajar el tope vigente hoy.
–Si la OMS propone 0,01, ¿por qué no tomar esa sugerencia lo antes posible?
–Porque no hay ningún estudio serio que establezca que en el nivel por debajo de 0,05 el arsénico produzca los efectos nocivos en la salud que sí están probados para concentraciones superiores a 0,05. La OMS dice que el valor que sugiere, de 0,01, es de referencia provisional. Es como una guía. Dice que hay evidencia que la sustancia es peligrosa, pero admite a la vez que existe escasa información disponible sobre esa incidencia cuando la concentración está entre 0,01 y 0,05.
Según Masih, "hay estudios epidemiológicos que corroboran que cuando se supera el límite de 0,05 puede haber riesgos para la salud, en casos de ingesta durante 20 o 30 años". Pero acotó que "no hay estudios serios que corroboren eso mismo para niveles ubicados entre 0,01 y 0,05".
Sobre ese argumento, varias provincias –entre ellas Córdoba– pedirán que si los estudios epidemiológicos que reclaman hacer no lo demuestran, se postergue o anule la exigencia de bajar el tope en el país desde el año 2012.
Adecuación y costos
El tema de fondo es el impacto del arsénico en la salud. Pero otro que asoma por detrás es qué deberían hacer, y a qué costo, la Provincia y cada localidad para ajustarse a niveles más bajos.
"Todavía no hay certeza de si es nocivo para la salud con hasta 0,05 y por ajustarnos más podríamos dejar a poblaciones sin agua", advirtió como dilema el subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia. "Y sin agua disponible, aparecen otros riesgos sanitarios", acotó.
–¿Qué significaría en materia de servicio para Córdoba, donde gran parte de la provincia tiene naturalmente arsénico en sus aguas, acatar el tope del 0,01?
–No lo tenemos evaluado con total precisión. Pero es seguro que tener que bajar a 0,01 significaría en muchas localidades una inversión muy importante en tecnología para ese tratamiento. La reducción se podría hacer con plantas de ósmosis inversa, por ejemplo. Pero se trata de tratamientos onerosos. Hacer cumplir que no pase de 0,01 será costoso en las zonas más complicadas. Pero si la ley no se modifica ,habrá que hacerlo.
–¿Hoy no hay ninguna localidad cordobesa que esté consumiendo agua para uso humano con más de 0,05 de arsénico?
–No puede haber ninguna. Si la hay, el prestador del servicio nos debería informar de inmediato y nosotros debemos actuar. Y si detectamos que no nos avisó corresponden penalidades.
Masih explicó que la norma que rige en Córdoba establece que si se detecta un pozo con entre 0,05 y 0,10 de arsénico, la repartición provincial exige a la cooperativa o municipio que presta el servicio que tome medidas para bajar en forma urgente esa concentración. "Se logra mezclando el agua de ese pozo con el de otros que tengan menos arsénico". Por encima de 0,10, ese pozo de extracción ya debe quedar descartado.
Mientras, desde diversos puntos del interior se suele apuntar –en tono de queja– que la capacidad operativa de la Provincia para controlar periódicamente el estado del agua en cada localidad es muy limitado.
Datos clave
Un químico presente en las napas de media provincia
El arsénico es un elemento químico, presente de manera natural en el agua, aire, suelo y en algunos organismos vivos. La presencia natural en el agua es comúnmente consecuencia de su contacto con suelos que tienen cenizas volcánicas. En algunos casos, puede sumarse también la actividad de ciertas industrias.
En Córdoba, es normal que los acuíferos, sobre todo los menos profundos y en especial en las regiones sur y este de la provincia, presenten más concentraciones de arsénico.
Al cuerpo humano ingresa por medio de la ingesta de agua o a través del consumo de alimentos cultivados en "zonas de riesgo". Hervir el agua no le quita ese componente. Puede provocar alteraciones en el sistema circulatorio, nervioso o en la piel (es considerado cancerígeno si la ingesta con altas concentraciones se realiza durante muchos años seguidos). La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer considera el arsénico un elemento del Grupo I (carcinogénico), aunque se discute aún el umbral de toxicidad carcinogenética, es decir el punto desde el cual el riesgo se evidencia.
En Villa María siguen sin certezas finales
Villa María. Fue en Villa María donde se disparó el debate sobre los niveles de arsénico que debieran permitirse en el agua de consumo humano. Meses atrás, estudios particulares encargados por vecinos determinaron que el agua en algunos puntos de la red tendría una concentración superior a los 0,05 miligramos por litro permitidos por las normas en esta provincia. Ante ese planteo, el municipio y la cooperativa local que presta el servicio, acordaron buscar nuevos registros y se tomaron varias muestras que fueron enviadas a los laboratorios del Ceprocor (de la Agencia Córdoba Ciencia) y del Cequimap (de la UNC). Los resultados en detalle aún no fueron informados.
Contrapunto. El subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Jorge Masih, habló del caso Villa María con este diario. “Tomamos muestras de varios pozos, que enviamos al laboratorio del Ceprocor. Algunos dieron por debajo de 0,05 de arsénico y otros (dos) dieron por encima de ese nivel”, reveló.
“Ya notificamos a la cooperativa que presta el servicio que debe corregir los niveles de esos pozos y los volveremos a controlar. Ellos hacen sus propios análisis, tomando muestras de distintos puntos de la red, mientras que nosotros los hicimos con extracciones de los pozos, lo que consideramos más conveniente para estos casos donde hay dudas”, agregó el funcionario provincial. “Tomando las medidas del caso, y manteniendo controles periódicos, Villa María puede estar seguro que tiene agua con niveles de arsénico por debajo de 0,05”, opinó Masih.
Desde la Cooperativa 15 de Mayo, prestataria del servicio, plantearon otra versión. Mario Valenti, su presidente, desacreditó los análisis que hizo el ente provincial a través del Ceprocor. Valenti dijo que “sólo la UTN de Villa María” tiene los métodos para hacerlos adecuadamente y reprochó que la repartición provincial notificó “de uno o dos pozos” que superan los valores permitidos “pero sabiendo que no los estamos usando, sino que están de reserva”.
Valenti dijo que la población “puede consumir agua con tranquilidad”. Con distintos métodos y laboratorios, la cooperativa mostró resultados que dan entre 0,011 y 0,045 miligramos de arsénico por litro de agua. Pero a la vez, concejales opositores democristianos dijeron ayer que análisis propios que encargaron arrojaron en algunos puntos de la red niveles de más de 0,05.
Hacia otras zonas. El tema del agua de las napas de Villa María no es sólo relevante para esa zona ,sino para otras a las que es llevada por acueductos. Desde aquí parte el canal que abastece de agua potable al noreste provincial (San Francisco y zona) y hacia fin de año se habilitará el que la llevará hasta Laboulaye, en el sur cordobés. Se trata de regiones donde la presencia de arsénico y otros elementos es tan alta, que el agua no puede ser usada para consumo humano.
“El control sobre el agua de los acueductos lo hace el Ersep (ente regulador de servicios de Córdoba) y hasta ahora nunca nos ha notificado ninguna dificultad”, acotó Masih, admitiendo otra vez la necesidad de que los controles sean periódicos.
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